Se firmó el contrato para la Ciudad Judicial de Cipolletti
(ADN). – Se firmó hoy en la sede del Poder Judicial de Río Negro, el contrato para la construcción de la Ciudad Judicial de Cipolletti, que estará a cargo de la UTE Dinale y Pecam que cotizó la obra en 616.643.896 pesos. El presupuesto oficial era de 644.082.031,04 pesos y el plazo de ejecución es de 900 días.
El contrato fue firmado por el representante de Dinale y Pecam Eduardo Titolo y el administrador general del Poder Judicial Carlos Derbalian. Participaron del acto el juez del Superior Tribunal de Justicia (STJ) Ricardo Apcarián, el coordinador del área de Infraestructura y Arquitectura Judicial César García y Juan Pereyra, director de Asesoramiento Técnico Legal.
El representante de las empresas confirmó que internamente la UTE se encuentra realizando tareas técnicas en Cipolletti y que en breve comenzarán los preparativos en el predio donado por la municipalidad de aquella ciudad, ubicado sobre Naciones Unidas, entre Teniente Ibáñez, Puerto Rico y Pastor Bowdler.
El diseño de la Ciudad Judicial se hizo a través de un concurso público nacional. En una primera etapa se presentaron 21 proyectos, en la segunda vuelta se seleccionaron 5 y después se eligió al proyecto ganador. En el 2015 el equipo ganador se dedicó a realizar y terminar el proyecto de acuerdo a los requerimientos urbanísticos de la ciudad de Cipolletti.
Se trata de un edificio de oficinas y dependencias judiciales para el Poder Judicial de la Provincia de Río Negro en Cipolletti, resuelto en subsuelo, planta baja y dos pisos altos, resultando una superficie cubierta de 20.955,33 m2 en su totalidad y la obra consta de dos etapas, la primera corresponde al Fuero Penal que cuenta con una superficie cubierta de 11.178,13 m2.
A nivel funcional el edificio articula tres sectores: espacios públicos (plaza de acceso, hall de acceso y circulaciones públicas) espacios privados (circulaciones privadas, oficinas, salas, etc.) y servicios. Cuenta con tres sistemas independientes de circulación, una pública por donde puede moverse el público para acceder a las diferentes áreas de atención o espera, otra privada por donde únicamente pueden circular empleados y jueces y la tercera de uso exclusivo para detenidos. Las puertas o sectores de vinculaciones entre circulaciones serán restringidas y contarán con un sistema de control de acceso. Los ascensores forman parte de este sistema y cada uno de los sectores tiene medios de elevación que abastecen esos espacios sin que las circulaciones públicas y privadas se crucen.