La madre de Sofía se declaró culpable. Se espera la condena
(ADN).- Janet Neira se declaró culpable de la muerte su hija. Fue ayer en una audiencia judicial. Sofía, de tres años, murió como consecuencia de una serie de abusos y abandono que sufrió en la localidad de Lamarque. También está acusado por el hecho está imputado el padrastro Marcos González.
Neira, quien estuvo en prisión domiciliaria y se fugó, podría afrontar una condena que va desde los 8 a los 40 años de prisión.
La fiscal del caso, Belén Calarco, describió lo sucedido en el marco de la imputación, y la madre de la niña reconoció haber sido la autora. En consecuencia, el Tribunal resolvió declarar culpable a la mujer de los variados delitos de los que fue acusada oportunamente, y lo próximo en el proceso es que se fije la audiencia de cesura, y se solicite el monto de la pena.
El hecho
Es así que los hechos por los que la señora reconoció su responsabilidad penal sucedieron en “Lamarque, durante octubre de 2018 y posteriormente, en el domicilio familiar. Duraron hasta que la niña fue ingresada al hospital de dicha el 1 de febrero de 2019, falleciendo en el Sanatorio Juan XXIII en Roca 3 días después”, comenzó describiendo la fiscal.
“En esas circunstancias, es que ella y su pareja, en forma conjunta e individualmente -con conocimiento y anuencia del otro- ejercieron maltrato físico y psicológico, contínuo y sistemático contra la niña”.
Además, el hombre abusó sexualmente de la nena, en varios oportunidades, aprovechando su calidad de guardador y conviviente, sin oposición de la madre, y a consecuencia de ello, la niña contrajo “trichomonas vaginalis”.
“Lo anterior violó la resolución de la Jueza de Paz de Lamarque dictada el 16 de octubre de 2018 que les ordenó a ambos la prohibición de realizar actos violentos o cualquier otra violación de los derechos de los niños y niñas, medida dictada para resguardar tanto a la niña fallecida como a sus dos hermanitos”, describió Calarco.
Se agrega a lo anterior, que al momento de su detención, la madre tenía en su celular 18 fotos de pornografía infantil, tal como pudo constatar la pericia realizada por la Oficina de Investigación de Telecomunicaciones (OITel) del Ministerio Público.
La fiscalía además proporcionó el dato de que entre el 26 y el 31 de enero de este año, tanto el padrastro como su madre le dieron a la nena golpes en la zona abdominal que fue el punto de partida de la peritonitis sufrida.
“Esto derivó en un síndrome de disfunción multiorgánica por shock séptico y que produjo su muerte. La niña no fue asistida ni por su madre ni por el hombre, pese a que por varios días presentó dolor abdominal, vómitos y fiebre. No la llevaron inmediatamente a un centro de salud, y a consecuencia de todo este devenir descripto es que abandonaron a la nena a su suerte, y por dicho abandono, es que falleció”.
La calificación legal
La calificación legal que la imputada aceptó y por la cual ya fue declarada culpable es la de ser: “autora de lesiones leves calificadas por el vínculo reiteradas en un número indeterminado de veces; partícipe necesaria de abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de su realización reiterado doblemente calificado por el vínculo y por la convivencia preexistente con un menor de 18 años; autora de desobediencia a una orden judicial; como co-autora de abandono de persona seguida de muerte calificado por el vínculo; como autora de tenencia ilegal de pornografía infantil agravada por la edad de las víctimas. Todo en concurso real”.
Plexo probatorio
“Ahora bien, en relación a la evidencia que contamos para sostener tamaña acusación, también es abundante y contundente”, inició Calarco y la describió detalladamente.
Mencionó más de 50 personas como testigos, entre ellos vecinos de las diversas viviendas que la señora habitó con sus hijos, como también los empleados policiales de las diferentes localidades en las que vivieron, médicos que intervinieron en el devenir de la salud de la niña.
El acta de intervención de la Comisaría Tercera de Roca y la denuncia penal realizada por el médico del sanatorio donde estaba internada la nena. También figuran como testigos de este proceso los médicos del Cuerpo de Investigación Forense del Poder Judicial, así mismo personas que compartieron espacios de internación de la niña junto a la mujer.
Informes varios de pericias realizadas por la Oficina de Investigación de Telecomunicaciones (OITel) del Ministerio Público. “De todas surge la pornografía, los mensajes enviados entre ambos imputados acerca de los hechos, las búsquedas respecto de las consecuencias de abuso sexual”, dijo Calarco.
La fiscalía cuenta además con secuestros de libros de actas de los hospitales de Lamarque, de enfermería del mismo hospital, de radiología, de Choele Choel, de la guardia.
También con la historia clínica de la niña cuando pasó por la ciudad de Regina, del Hospital de Roca y del sanatorio donde falleció.
Se mencionaron los allanamientos en el último domicilio de la familia concretado por la fiscalía descentralizada de Choele. “Esto derivó en estudios que hizo el Gabinete de Criminalística, que luego determinó hallazgos específicos de abuso sexual infantil”, aclaró Calarco.
También se realizó un coloquio médico entre los médicos forenses del Poder Judicial, junto al médico que intervino a la pequeña en el Juan XXIII y un perito de parte, quienes tuvieron presente la totalidad de los estudios médicos tanto de la niña en vida como luego de fallecida, la autopsia, como aquello que se envió a analizar al Laboratorio Genético Forense de Bariloche.
El defensor oficial, Oscar Mutchinick que asiste a la mujer en este proceso, expresó que “ella brinda su consentimiento de manera libre. La psiquiatra forense del Poder Judicial mantuvo una entrevista con la mujer, y la especialista detalló que no tiene afectación como tampoco coacción, se encuentra lúcida, no tiene déficit cognitivo y fue informada de las ventajas y las desventajas respecto de esto”, dijo Mutchinick.
“He asesorado responsablemente a mi asistida quien está en condiciones demostradas de razonar y dar su acuerdo de manera libre”, concluyó.
La imputada reconoció ante el Tribunal de Juicio su autoría en el hecho, aceptó la calificación legal y de esta manera los jueces Emilio Stadler, Fernando Sánchez Freytes y Daniel Tobares, por unanimidad, ratificaron entonces la culpabilidad de la mujer en el caso.