Habrá «blindaje» a Vaca Muerta, pero el precio de la nafta no se toca
Con las presiones sobre el precio de los combustibles como principal punto de la agenda, ayer Alberto Fernández recibió a representantes de las principales petroleras con presencia en el país. El Presidente les dijo a los empresarios que no convalidará a través de YPF aumentos en la nafta y el gasoil por el momento y les pidió que «pongan el hombro». Aunque, como contrapartida, se comprometió a enviar al Congreso durante las sesiones ordinarias un proyecto de ley para fomentar las inversiones en Vaca Muerta y otros yacimientos hidrocarburíferos del país.
Al terminó de la reunión en Casa Rosada, el mandatario confirmó que el precio de las naftas seguirá freezado. «Les explique los motivos, el contexto internacional que afecta a veces sin que Argentina tenga que ver, y el efecto psicológico de un aumento sobre los precios», indicó en declaraciones a Radio Mitre. Y agregó: «Les pedí que sean ellos los que me acerquen una propuesta lógica para salir del congelamiento y la evaluaremos».
Fernández también confirmó que enviará un proyecto de ley, para que se trate en sesiones extraordinarias, que buscará «blindar» la actividad en Vaca Muerta.
encuentro participaron también el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y el secretario de Energía, Sergio Lanziani, y altos directivos de ExxonMobil, PAE, Vista, Pluspetrol, Tecpetrol, Shell, Total, Chevron, Wintershall, CGC e YPF.
La reunión tuvo como telón de fondo el conflicto en Vaca Muerta, donde hay 1.900 puestos de trabajo en riesgo ante el parate de las inversiones y el sindicato de petroleros conducido por Guillermo Pereyra impulsa una gran movilización para el 23 de enero con el objetivo de extender la conciliación vigente. El dirigente gremial hoy se reunirá con Kulfas y con el ministro de Trabajo, Claudio Moroni.
Las petroleras hablan de un desfase cercano al 15% entre el precio interno y la paridad de exportación del crudo, que toman como referencia para los combustibles. Y aseguran que, con esa situación no tienen la rentabilidad suficiente para sostener sus inversiones. De hecho, desde el congelamiento por 90 días dispuesto por Mauricio Macri tras su derrota en las PASO, las compañías bajaron 17 equipos de perforación en Vaca Muerta y redujeron el ritmo de producción.
En el Gobierno coinciden en que los precios deben garantizar un margen de rentabilidad a las empresas porque ven en el sector una potencial fuente de ingresos de divisas al país en el mediano plazo, aunque buscan posponer la suba para no alimentar la inflación.
Pero existen otros elementos de presión. Por un lado, el 1° de febrero impactará la suba cercana al 8% en los impuestos a los combustibles, que el Gobierno pateó en enero luego de frenar el alza de precios. A menos que vuelva a postergarse.
Por otro, el inminente aumento en el precio de los biocombustibles de mezcla obligatoria con las naftas y el gasoil. Eso fue lo que prometieron en Energía a las pymes que abastecen el mercado interno, según fuentes del sector. En la Secretaría aún no lo confirmaron. La expectativa es un alza del 10%.
De concretarse, subirían alrededor de 1,5% los costos de las refinadoras, que incrementarían su presión sobre el Gobierno. Por eso, las mismas fuentes coincidieron en que esta alza está atada a lo que se paute para los surtidores.
Mientras, las pymes frenaron la entrega de biodiésel y bioetanol ya que aseguran que operaban con precios 20% por debajo de sus costos. «No se está entregando porque no hay precio. Están todas las plantas paradas», describió Francisco Jauregui, director de Cepreb, la cámara que nuclea a estas firmas.
A raíz de esto las refinadoras no están cubriendo el piso obligatorio de 10% de biodiésel por cada litro de gasoil, lo que les implicó un incremento del 8,8% en el impuesto a la transferencia de combustibles. Por el momento, las compañías absorben esa diferencia y no se traslada al precio final.
«Una muy buena reunión»
Las fuentes gubernamentales y empresarias consultadas por este diario se mostraron conformes con el diálogo. «Fue una muy buena reunión», coincidieron.
Pese a que las grandes compañías del sector no consiguieron por el momento su ansiado incremento de precios, sí se llevaron el compromiso oficial de enviar el próximo mes al Parlamento un proyecto de blindaje para la actividad.
Se trata de la normativa diseñada originalmente por el actual presidente de YPF, Guillermo Nielsen, aunque luego nutrida por los aportes de otros especialistas en energía del PJ. La modificación principal es no concentrar los beneficios regulatorios exclusivamente en Vaca Muerta, la formación estrella de los hidrocarburos no convencionales en Argentina, y hacerlos extensivos a otros yacimientos, en particular a los no convencionales, cuya producción experimentó un declive en los últimos años.
Aún no se conocen detalles del texto. Aunque en el sector se habla de la inclusión de algunos beneficios fiscales, un régimen especial para la disponibilidad de divisas en el marco del cepo cambiario y garantías de estabilidad para los contratos firmados.
Esta semana, habían surgido dudas al respecto luego de que Fernández dijera, en una entrevista con El Cohete a la Luna, que la importancia de Vaca Muerta estaba «sobreestimada» y afirmara que se fomentarían los trabajos de recuperación terciaria en pozos de producción de hidrocarburos convencionales.