Es grave un maestro debajo de la línea de la pobreza
(Por Jorge Molina*).- Que la gobernadora gane más de 200 mil pesos o que tenga un celular de Primera generación no es grave. Lo que es muy grave y sería un acto de corrupución económica es que un maestro/a o que un portero/a sigan por debajo de la línea de la pobreza.
Estos son días de definiciones salariales y el primer sector que definió sus sueldos en una “paritaria unilateral” donde los mismos empleados tienen el privilegio de definir sus ingresos, fueron los funcionarios políticos del poder ejecutivo.
Por medio de un decreto establecieron su propio nuevo esquema salarial para el poder ejecutivo, que teóricamente se engancharía con los salarios docentes.
Es necesario aclarar que se tomó como cargo testigo el del “director de escuelas de Primera categoría con mayor ubicación: D (es decir generalmente en zonas desfavorables) y con el máximo de antigüedad (30 años). Por lo tanto, tomando como parámetro inicial el salario máximo al que pueden acceder muy pocos docentes, el sueldo de la gobernadora llega a los $210.000. Suma que no es tan elevada, si uno tiene en cuenta el nivel de responsabilidad y trabajo que debería realizar para conducir correctamente los destinos de la provincia.
Lo interesante hubiese sido que se tomara, como se hace en la paritaria docente, el cargo testigo de este sector. Es decir el de maestrx de grado. Tal vez, si se tomara dicho salario como referencia inicial, se haría el esfuerzo necesario para que ningún maestro se encontrara por debajo de la línea de pobreza.
Hoy un maestrx que recién se inicia gana $ 30.214,15 y la línea de pobreza es de $ 37.590.
O también, se puede tomar como parámetro el salario inicial, de otrxs trabajadorxs fundamentales para el normal desarrollo de las clases en cada establecimiento educativo, lxs PSA (porterxs como los conoce la mayoría de la gente) que no llegan a los $ 25.000 por mes.
O también, se puede tomar como referencia el sueldo de lxs trabajadorxs municipales, que son lxs que sostienen con su labor el funcionamiento de todos los municipios y en muchas intendencias, tampoco ni llegan a superar la línea de la pobreza.
Una solución superadora, que se puede sugerir para trascender esta situación de total injusticia; ya que se inició por los sueldos de los funcionarios y se tomó como parámetro inicial uno de los haberes más altos de la carrera docente, es que se tome el sueldo de la gobernadora como parámetro inicial. Por ejemplo, fijando como piso salarial para el resto de trabajadorxs del estado el 20 % de su sueldo mensual.
Reitero, no está mal que la Gobernadora y sus funcionarios ganen muy bien por su función y responsabilidad, pero sería un acto de honestidad y justicia que a su vez, se garantice que ningún trabajadxr del estado se encuentre por debajo de la línea de pobreza como primer objetivo.
También es fundamental, para el desarrollo económico de la provincia para generar mayor poder de consumo, que las paritarias fijen un mecanismo de actualización inmediata que permita que siempre los salarios superen a la inflación.
El pueblo argentino definió que debe ser otro el modelo económico en nuestro país y por lo tanto en cada provincia. Los salarios no pueden ser más la variable de ajuste y deben pasar a ser el motor de consumo y de desarrollo. Por lo tanto la nueva meta en todas las paritarias, ya no es más empatarle a la inflación, ahora debe ser superarla para recuperar el poder adquisitivo.
Queremos una provincia donde los funcionarios ganen de acuerdo a su alta responsabilidad, pero que primero garanticen justicia redistributiva, con salarios que le permitan a lxs trabajadorxs vivir bien recuperando y aumentando su poder adquisitvo.
*Secretario General de la CTA de los Trabajadores, miembro del gremio UnTER.