La inflación de enero fue del 2.3. En la Patagonia 2.5%
El Índice de Precios al Consumidor se desaceleró en el primer mes de la presidencia de Alberto Fernández y fue del 2,3%, informó hoy el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC). La menor presión de los precios se vio en el Gran Buenos Aires con un alza del 1,9%, seguido por el NOA (2,4%) y la zona Pampeana, Cuyo y la Patagonia que tuvieron un incremento del 2,5%. El NEA, en tanto, tuvo un aumento del 3,1%.
El resultado de enero superó la performance del mismo mes de 2019 cuando el indicador se ubicó en el 2,9%. y mejoró además los cálculos de todas las estimaciones privadas publicadas hasta el martes, que adelantaban una inflación aproximada del 3,2%, según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), publicado el 4 de febrero pasado.
Obviamente está por debajo del 3,7% alcanzado en diciembre de 2019 y representa el menor porcentaje de los últimos seis meses incluyendo el 3,9% de noviembre, el 2,9% de octubre, un 5,8% de septiembre y el 4,1% de agosto. Sin embargo, es superior al 2% de julio, último mes de inflación en leve baja dentro del Gobierno de Mauricio Macri. Luego la situación comenzó a desmadrarse, tras la megadevaluación de más del 23% posterior a las PASO.
Esta semana, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, sostuvo que en ese organismo «siempre fuimos optimistas sobre la baja de la inflación y creemos que (enero) va a dar muy por debajo de lo que han venido estimado las consultoras. Seguramente por debajo del 3%».
El funcionario justificó su optimismo al señalar que «va a tener va a tener éxito la estrategia de cortar la inercia inflacionaria. Precios Cuidados va a dar efecto en enero y en febrero también. El congelamiento de tarifas apunta en el mismo sentido».
Sin embargo, los informes de consultoras que se difundieron durante los últimos días señalaron que la inflación del primer mes de este año oscilaría entre 3,25 y 3,5%.
Según los últimos datos oficiales, el IPC de diciembre del año pasado se ubicó en 3,7%, por lo que 2019 culminó con una inflación acumulada del 53,8%, el nivel más alto desde 1991.