Nuevos tiempos, nuevos liderazgos. ADN
El peronismo rionegrino comenzó -aún de manera incipiente- a debatir el liderazgo del partido, que deberá renovar autoridades. Finalizado el calendario electoral 2019, amanece un tiempo de reformulación interna en la columna vertebral del Frente de Todos. Emerge la figura de Martín Doñate. Su nombre surge de la consideración de la mayoría de los intendentes y legisladores.
“Si estuvieran todos de acuerdo asumiría el desafío con orgullo”, dijo esta semana el Senador en una radio en Viedma. La pregunta fue al grano: quiere conducir el PJ? El dirigente de Valle Medio dijo los próximos cuatro años deben ser de una transición ordenada “con la integración de todos los sectores, sin exclusiones”. Un mensaje directo a Roca. Es con todos.
Un intendente confió: «Es el tiempo de Doñate». Pero el Senador quiere asumir si hay consenso, de lo contrario, plantea que el próximo presidente o presidenta del PJ deberá ser quien consiga el aval de todos. Podría ser intendente, legislador o algún dirigente del partido capaz de amalgamar todas las expresiones y los sectores, con vocación de construir una alternativa política, pero focalizado en la gestión para lograr lazos entre Nación, Provincia y los Municipios. Entiende que es momento de acuerdos y no de tensión.
«Me gustaría ser la persona que logre un acuerdo entre todos”, indicó Doñate. “Tenemos 10 intendentes y debemos proteger ese poder territorial” y «trabajar con organizaciones del campo nacional y popular que tienen que estar presentes”.
El Senador se transformó en una pieza clave en el partido. Además, su llegada al gobierno nacional y su cercanía al kirchnerismo moderno (Máximo Krichner, Axel Kicillof, Wado de Pedro) lo transformó en un buen gestor. Hace varias semanas que provoca reuniones de ministros y funcionarios nacionales con intendentes y legisladores de Río Negro, sin exclusiones. Sumó en esos encuentros a Martín Soria y Silvina García Larraburu, dos dirigentes que estuvieron distanciados. Y es determinante en la designación de organismos nacionales en la provincia.
Lograr la presidencia del PJ, terminaría de configurar su nueva etapa y desde allí, consolidar el FdT rionegrino. Desde ya que ese puesto lo pone en el carril natural de una eventual candidatura a gobernador, aunque aún falta mucho.
Donde también hay reconfiguración de liderzgos es en sindicalismo. UPCN no logró romper la preferencia del gobierno por ATE.
El líder de la Unión Civil Personal de la Nación equivocó la estrategia y quiso armar un nuevo vínculo con la gobernadora Arabela Carreras diferenciándola de Alberto Weretilneck. No es la forma. Mucho menos la de maltratar al ministro de Gobierno, Rodrigo Buteler.
La alianza entre Weretilneck y Rodolfo Aguiar está intacta y el gobierno no hará nada por romperla.