Coronavirus: cómo trabajan los merenderos en Viedma
(ADN). – La demanda de comida y otras ayudas se incrementó en los merenderos de Viedma, si bien gran parte de las familias de las barriadas hoy reciben aportes económicos del Plan AlimenTAR de Nación y los programas provinciales de Río Negro, igual persiste la costumbre de asistir a estos comedores, no sólo por la merienda, por lo general dos veces por semana, sino también por alimentos, en razón del panorama que genera el coronavirus.
Frente al aislamiento social, preventivo y obligatorio que plantea la pandemia del COVID-19, los merenderos siguen funcionando y aún con más gente, porque la situación se agravó dado que prácticamente se terminaron las changas, y el trabajo individual que día a día se sale a buscar. Incluso, en el rubro de la construcción, casi una fuente de trabajo excluyente en muchos barrios de Viedma.
Los merenderos siguen cocinando y los vecinos acuden a buscar la comida para llevar a sus casas. Se han organizado de manera tal que no exista aglomeración y padres y familiares son los encargados de retirar las provisiones.
Son un punto de referencia en cada barrio y deberían ser tenidos en cuenta para acciones de prevención, como repartir en los merenderos lavandina, alcohol en gel y demás elementos de higiene para distribuir en las familias que reciben alimentos.
Grabriela del Merendero Maná, explicó a esta agencia que atienden alrededor de 50 chicos dos veces por semana, que reciben una merienda-cena y que en estos momento la demanda aumentó, «porque se han sumado más vecinos y ya estamos asistiendo a más 15 familias», destacó.
También señaló que más allá de la ayuda familiar de la AUH y otros beneficios que llegan de Nación y la provincia, los merenderos no reciben aportes tanto de comestibles como de insumos para cocinar, y que en estos momentos les llega el bolsón del municipio.
En el marco del Plan de Emergencia, la municipalidad de Viedma lleva a los merenderos -que lograron anotarse como tal en el municipio-dos litros de leche, un paquete de cacao, dos mermeladas, un kg de azúcar y 4 kilos de pan. Esto se distribuye los viernes y cada 15 días se refuerza con dos maples de huevos y una horma de queso.
La situación generada por el coronavirus sin dudas agravó la situación y aumentó la demanda en estos comedores, organizados por lo general por esfuerzos individuales de vecinos y algunas iglesias. Siguen funcionando principalmente por la colaboración de quienes responden a los pedidos que -por lo general- hacen los merenderos por las redes sociales apelando a los aportes solidarios de la comunidad.