El Estado presente y keynes resucitado
(Por Graciela Landriscini*). – En tiempos de guerra y posguerra, el economista británico John Maynard Keynes imaginó un sistema para las grandes naciones en el cual los objetivos de progreso social, como el pleno empleo, la inversión y la distribución del ingreso, estuvieran por encima de los acuerdos financieros. En esta Argentina en la que el Estado Nacional interviene en la fijación de prioridades para hacer frente a la pandemia, el presidente Alberto Fernández lanzó un programa de obras que promueve la expansión de la demanda con eje en actividades de construcción mano de obra intensivas, para reactivar la industria, el empleo y la vivienda familiar, al mejor estilo keynesiano para mover la economía.
El programa “Argentina Construye” se creó con un fondo de casi 29.000 millones de pesos y plantea un horizonte de recuperación a partir de la vivienda, el trabajo y la solidaridad. Pone en el centro de las políticas públicas a los barrios populares, con el protagonismo de las organizaciones sociales, las provincias, los municipios, las cooperativas, gremios, empresas de servicios públicos, trabajadores/as independientes y autoconstrucción.
El eje de estos recursos está dirigido a solucionar los déficits de vivienda, de infraestructura sanitaria y de acceso a los servicios esenciales como agua, cloaca, gas y electricidad para que la población pueda acceder a un hábitat digno. Además, busca dinamizar la obra pública, privada y las industrias relacionadas a la construcción a través de 4.000 subsidios para la compra de materiales y la generación de 750.000 puestos de trabajo, directos e indirectos.
El hábitat digno es quizás unos de los derechos más postergados del país en los últimos años. El gobierno nacional decidió crear un ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat que acaba de lanzar este paquete de programas, ligando el derecho a la vivienda con el derecho al trabajo.
Es sabido que la actual crisis internacional generada por la pandemia, está multiplicando los efectos del retroceso económico de los últimos años en el país y agrava la emergencia de las pequeñas empresas, de las familias sin empleo e ingresos, de los sin techo y de los presupuestos públicos en los sistemas que involucran la prestación de servicios esenciales.
Enfrentar esta situación que afecta al conjunto social demanda decisiones públicas estratégicas y mecanismos extraordinarios de programación para la acción en materia de atención de la salud y recuperación de la actividad económica, que tenga impacto en todas las regiones del territorio nacional.
Ello está significando al Estado Nacional, esfuerzos fiscales y financieros de grandes proporciones en inversión pública sanitaria y en transferencias monetarias a las provincias y a sectores sociales vulnerables, a privados cuentapropistas y a titulares de micro, pequeñas y medianas empresas. Necesitamos estas políticas de promoción de la industria y el empleo, como la que contempla el programa “Argentina Construye”, y la urgente discusión sobre un tributo extraordinario a las grandes fortunas, para destinarlo a programas de inversión pública que permitan atender la emergencia sanitaria y social. Lo hacen los países más desarrollados del mundo y también lo recomiendan los organismos internacionales de crédito. Necesitamos construir economías más sostenibles y solidarias, que reduzcan desigualdades y que garanticen derechos.
*Diputada nacional por Río Negro-Frente de Todos