Salir del Covid. ADN
Alberto Fernández dio el puntapié inicial para avanzar en una agenda poscovid. Con la cuarentena escalonada y la responsabilidad -ahora más que nunca- en las conductas individuales y colectivas, el país marcha a la nueva normalidad, esa que se ve desde hace un tiempo en Europa.
Pero hasta que no exista una vacuna a disposición de la humanidad, todo es relativo.
El Jefe de Estado esta vez amplió la mesa para el anuncio. Salió del centroporteñismo e imprimió una mirada federal de la lucha contra el coronavirus, vital para comprender que las políticas púbicas implementadas y las acciones que vienen, incumben a toda una nación.
Así fue que Gerardo Morales (Jujuy), Jorge Capitanich (Chaco) y Arabela Carreras compartieron el escenario. Cierto es que son los distritos junto al AMBA con más contagios, pero la nueva etapa que pone al individuo en el centro de la escena licua ponderaciones negativas.
De todos modos, el Gobierno rionegrino deberá hacer una revisión de cómo administró estos meses la pandemia en materia de salud. No puede sindicar a la «gente» y sus conductas como la única razón de la proliferación del virus, porque la sola comparación con provincias con más habitantes derriba ese argumento. En los últimos días los casos positivos crecieron de manera exponencial.
Río Negro tiene -desde hace un tiempo- su actividad económica funcionando al 70%. Prácticamente el turismo (y las actividades culturales y deportivas masivas y los jardines de infantes) quedan cerrados y ya se diseña la apertura. Las clases volverían en septiembre y también la totalidad de la administración pública, lo que impone un cuidado mayor.
Salir de la agenda Covid, supone un reto. Uno de ellos los reclamos salariales. UPCN ya dio un paso y pidió la apertura de la Mesa de Función Pública. También se multiplicarán otras exigencias y crecerán tensiones que habrá que administrar. Y la política saldrá de su letargo.
La Gobernadora cree que es saludable la expresión sectorial. El confinamiento ha provocado que los reclamos estén contenidos. El coronavirus generó una fuerte crisis económica y la recuperación demandará un esfuerzo.
Para la agenda pospandemia Arabela Carreras tiene un plan, que irá atado al global que plantea la Casa Rosada. «La recuperación irá desde lo regional a lo general», evalúa. Por ahora, su desvelo es el turismo. Por eso insistió en la videoconferencia con Fernández en un auxilio para el sector, y respaldó el proyecto de Alberto Weretilneck para la emergencia. Antes, habilitó a los legisladores de Juntos a emitir una comunicación en ese sentido. Todo, a partir de la alarma que generó en Bariloche, Dina Huapi y El Bolsón, la idea de un plan general de Nación, que dejaba atrás la herramienta de la emergencia.
El viernes, el ministro de Turismo Matías Lammens dio su aprobación al proyecto del Frente de Todos de emergencia que se debate en Diputados, y cosechó el respaldo de la Cámara Argentina de Turismo. La novedad generó alivio en Río Negro. Más aún, cuando el jefe de Gabinete Santiago Cafiero anunció que «se viene la etapa de la recuperación», lo que supone medidas federales de reactivación económica.
Pero el gesto de Carreras a Weretilneck no fue solo por el proyecto de emergencia. La cuarentena restringió sus contactos personales que recuperaron el jueves de la semana pasada. Fue en la casa del ministro de Gobierno, Rodrigo Buteler. También estuvieron el jefe del bloque Facundo López y el secretario general Daniel Sanguinetti. Este miércoles volvieron a encontrarse en Los Menucos, donde inauguraron una obra del Plan Castello. Los interlocutores de ambos aseguran que los diálogos telefónicos son frecuentes. El oficialismo se abroquela para la etapa que viene.
El horizonte marca 2021 en el calendario electoral. Juntos pretende sumar un diputado nacional más. Antes, el Gobierno planea recuperar volumen político cuando la pandemia vaya dando respiro, para cimentar a sus candidatos. La idea es que la votación no se convierta en el traspié de 2017. Al oficialismo le alcanza con el reparto de bancas (hay dos en juego) y desplazar a Cambiemos.
La del año próximo es una elección nacional. Ahí el FdT tiene puesta la esperanza de su recuperación política y armar, en base a un triunfo, un proyecto alternativo de poder en la provincia. Pero antes debe resolver asuntos pendientes. En primer lugar, definir un liderazgo.
Para la oposición rionegrina 2021 vuelve a ser una gran oportunidad, pero deberá aprender a administrar los triunfos de medio término. También, evitar confrontaciones intestinas y conformar una verdadera unidad.
Falta mucho. Pero nadie descuida el futuro.