CEP: nevadas generan graves problemas en la Región Sur
(ADN).- «Las intensas nevadas registradas en la Región Sur de la provincia están ocasionando graves problemas, dejando a pobladores y animales en situación de riesgo». Esa es la conclusión de un informe del Centro de Estudios Patagonia (CEP), que también esgrimió propuestas para paliar la crisis.
En el documento del CEP sobre «Nevadas y fríos extremos en la Región Sur de Río Negro: algunas reflexiones y propuestas sobre la emergencia», Donaldo Bran (INTA EEA Bariloche), Virginia Velasco (INTA AER Jacobacci) y Anabella Fantozzi (IFAB – INTA/CONICET), analizan en detalle las consecuencias que están trayendo las intensas nevadas para pobladores y productores de la línea sur.
El Informe
La Región Sur de Río Negro, tiene a la ganadería extensiva, principalmente de ovinos, como una de sus principales actividades económicas. Gran parte de esta actividad la desarrollan pequeños productores, muchos de ellos descendientes de pueblos originarios, que lograron reubicarse en esta vasta región luego de sobrevivir a las campañas militares de fines del Siglo XIX. Históricamente fueron desplazados hacia tierras marginales, sin haber logrado en más de un siglo una tenencia formal de la tierra. Las duras condiciones ambientales y la marginalidad productiva y social, llevaron a una situación de estancamiento, pobreza rural y desertificación.
Además de esta situación estructural compleja, la región se ve sometida a recurrentes eventos naturales como sequías, fuertes nevadas e incluso la caída de ceniza volcánica, cuyos impactos negativos llevan periódicamente a situaciones de emergencia. Este año un nuevo evento generado por fuertes nevadas y fríos extremos volvió a azotar la región, impactando principalmente a pequeños productores rurales dispersos en el territorio.
El invierno 2020 se caracterizó por la ocurrencia de importantes nevadas en gran parte de Patagonia. En Río Negro la nieve cubrió un amplio sector del sur-oeste de la provincia
Las acumulaciones níveas generaron inconvenientes en las rutas y caminos vecinales, que han permanecido intransitable o solo accesible en algunos casos para vehículos con tracción 4×4. El aislamiento de la población rural, caracterizada por una gran cantidad de un unidades unifamiliares, adultos mayores en su mayoría, se vio agravada además por las restricciones del aislamiento social preventivo y obligatorio como consecuencia de la pandemia de COVID-19. Los casos positivos registrados en los centros urbanos como Comallo e Ingeniero Jacobacci, llevaron a las autoridades provinciales y municipales a establecer cordones sanitarios, que restringieron el ingreso y salida de personas, generando además en algunos casos complicaciones en el abastecimiento de leña, gas, víveres y forraje en el ámbito rural. En ocasiones la presencia de nieve dificultó el desplazamiento y desorientó a pobladores rurales. Se debieron realizar complejos operativos de rescate de personas perdidas y en el paraje Laguna Blanca, hubo que lamentar la muerte de un poblador rural
Las sucesivas nevadas generaron importantes mantos de nieve, y la permanencia de temperaturas bajo cero hizo que la cobertura se mantenga firme y persistente en el tiempo. La nieve cubrió los campos e impidió a los animales acceder al forraje y en muchos casos al agua. Esto ocasionó problemas en el estado del ganado, registrándose en algunos casos muerte de ovinos, y en menor medida de otras especies ganaderas, sin contar a la fecha (16 de agosto 2020) con una evaluación precisa de los daños ocasionados, por imposibilidad por parte de muchos pobladores de poder salir a recorrer los campos.
Gran parte de los productores suelen prever antes de cada invierno la adquisición de víveres y otros insumos básicos. Sin embargo, no es común que puedan contar con reservas de forraje para superar este tipo de eventos. En su mayoría se trata de pequeños productores no capitalizados, que no están en condiciones de lograr adquirir una provisión completa de insumos y reservas para hacer frente a una emergencia de estas características.
Las condiciones estructurales productivas, como el tamaño y la calidad de los campos, sumado a los recurrentes eventos impiden mantener un número de animales que posibiliten una capitalización adecuada.
El estado de las rutas, y en particular el de los caminos vecinales, complica la distribución eventual de forraje, así como la atención de posibles requerimientos por parte de los pobladores rurales (traslado de enfermos, acceso a medicación, provisión de insumos básicos como leña, gas y víveres para lo que resta del invierno). De manera que las deficiencias en infraestructura y medios existentes en el territorio, y un círculo vicioso que mantiene una pobreza rural estructural, pone en crisis a estos productores de manera recurrente.
Durante este invierno tampoco han estado funcionando ferrocarriles, que siempre han demostrado ser eficaces ante la acumulación de nieve. La línea conocida como La Trochita fue cerrada en los años ´90 y la línea Viedma-Bariloche no está operativa por la pandemia. Incluso los traslados sanitarios entre Jacobacci y Bariloche sufrieron severos inconvenientes
Como datos positivos debe señalarse la buena predisposición y voluntad de instituciones y actores locales para llevar asistencia a la población rural, tanto de organismos públicos como de otras organizaciones (ej. Bomberos Voluntarios, Protección Civil). Sin embargo en muchas ocasiones, y pese al esfuerzo realizado, no se logró acceder a los lugares previstos. Al momento de este informe, las respuestas habían sido principalmente locales, casi sin apoyo de instancias superiores como provinciales o nacionales.
Las propuestas
De manera inmediata y mientras persistan las condiciones, debe continuarse con la asistencia a los productores más aislados, principalmente con leña y gas para asegurar la calefacción de la vivienda rural y eventualmente víveres y elementos básicos. Además es necesario despejar los caminos para poder asistir a los productores con forraje, que requieren de una logística más importante.
Al concluir la época invernal, si la evaluación de pérdidas de ganado demuestra casos de alta mortandad, se debería incorporar un nuevo programa de asistencia para el repoblamiento ganadero de los campos más afectados.
Es importante que estas acciones, sirvan para fortalecer capacidades locales y ayuden a desarrollar ideas y discusiones que incrementen las medidas preventivas.
En el mediano y largo plazo es imprescindible mejorar la infraestructura y los medios en el territorio para garantizar una mejor y más rápida transitabilidad de rutas y caminos vecinales. Es imprescindible terminar la obra de pavimentación de la Ruta Nacional 23, ya que el estado de los tramos en construcción dificultó aún más la comunicación. Debería pensarse también en realizar importantes mejoras en las rutas provinciales, que articulan el territorio en sentido norte – sur, poniendo en agenda su eventual pavimentación. Además debería dotarse el territorio de medios para poder mantener operativos y en mejores condiciones los caminos vecinales. La posible complementación de la infraestructura vial con el ferrocarril debería ser tenida en cuenta.
Podría pensarse también en desarrollar centros de acopio y distribución de insumos básicos en los distintos parajes. En dicho caso, sería conveniente disponer de una importante base de insumos para su rápida transferencia a los productores en emergencia que lo requieran. Esa base podría ser recuperada y mantenida en años siguientes, con la modalidad de Fondos Rotatorios.
También sería deseable continuar con el fortalecimiento de los sistemas de comunicación rural, aprovechando las experiencias realizadas, y la combinación de radio (VHF), internet y telefonía celular
Ingeniero Jacobacci cuenta con un aeródromo en desuso que, puesto en valor, podría aprovecharse para el traslado de aviones sanitarios y como helipuerto para asistir a toda la Región Sur.
También se debería fortalecer la capacitación y la provisión de recursos, de instituciones como Bomberos Voluntarios y Protección Civil. Además aprovechar las experiencias para aumentar los dispositivos de coordinación con las organizaciones rurales (cooperativas y comunidades), y las demás instituciones públicas y Organizaciones de la Sociedad Civil.
A nivel predial debería continuarse con el fomento y desarrollo de infraestructura, pensando en desarrollar sistemas que permitan intensificar el sistema productivo en épocas y procesos críticos (suplementación estratégica, potreros para concentración, reparos, cobertizos, galpones, etc.), en especial atendiendo a aquellos campos que se encuentran más expuestos a estos tipos de amenazas. Al respecto es importante continuar con el desarrollo de mapas de riesgos para el sector rural.
Estas ideas deben complementarse con una política activa que mejore los canales y medios de comercialización, de manera de aumentar la sustentabilidad económica de los pequeños productores.
Finalmente consideramos fundamental que las políticas públicas deben generarse y discutirse en los territorio, en base a las experiencias acumuladas y el aporte que puedan hacer los organismos técnicos. Sin embargo, la complejidad de la problemática, la escasez de recursos locales y la pobreza estructural de estos territorios, requieren del apoyo financiero y logístico de los estados provincial y nacional.