Cristina acusó a la Corte de encabezar el «Lawfare»
La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner apuntó contra el Poder Judicial, en general, y la Corte Suprema de Justicia, en particular, a las que acusó de «encabezar y dirigir el proceso de Lawfare» en la Argentina y de garantizar la impunidad de los exfuncionarios de Cambiemos.
Lo hizo a través de una carta que publicó al cumplirse el primer aniversario de la asunción del Frente de Todos, en la que ponderó el esfuerzo realizado por el Gobieno nacional para enfrentar “dos tragedias”: la pandemia del coronavirus y la «economía arrasada» que dejó Muricio Macri. Sus palabras llegaron horas antes de que el presidente Alberto Fernández se reúna con el Consejo Consultivo para el Fortalecimiento del Poder Judicial y del Ministerio Público, cuyos integrantes le entregarán formalmente las recomendaciones de reformas de fondo.
«Representado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación», el Poder Judicial «no hizo más que confirmar que desde allí se encabezó y dirigió el proceso de Lawfare. Esa articulación mediática-judicial para perseguir y encarcelar opositores, se desplegó en nuestro país con toda su intensidad desde la llegada de Mauricio Macri a la Presidencia de la Nación y, lo que es peor: aún continúa”, disparó la expresidenta en el documento titulado A un año… balance, publicado en sus redes.
«Y que a nadie se le ocurra tergiversar mis palabras con titulares diciendo que pretendemos una Justicia adicta», advirtió la vicepresidenta, y recordó la renovación de la Corte Suprema realizada durante el kirchnerismo. Evocó que en 2003, tras haber ganado con el 22 por ciento de los votos, el expresidente Néstor Kirchner denunció «la extorsión de lo que se conocía como la ‘mayoría automática de la Corte’ menemista, que fue modificada en los meses posteriores en «un proceso virtuoso».
«De aquella Corte, hoy no queda absolutamente nada», señaló la exmandataria y rescató a dos de los cuatro miembros propuestos por Kirchner en aquel momento: Carmen Argibay -«magistrada independiente si las hubo»- y Eugenio Raúl Zaffaroni -«reconocido a nivel internacional como uno de los mejores penalistas del mundo»-. Sin mencionarlos, la vicepresidenta hizo una clara alusión Ricardo Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco, al señalar que «la descripción de los hechos que protagonizaron los dos restantes miembros propuestos por Néstor para integrar la Corte, me eximen de mayores comentarios».
Sobre el expresidente del máximo tribunal, recordó el vínculo que lo unía y las fotografías que se tomó con el juez brasileño Sergio Moro y el fallecido juez federal Claudio Bonadío. «El primero (Moro) es el que sin pruebas metió preso al expresidente del Brasil, Inacio Lula Da Silva, impidiéndole ser candidato a presidente y posibilitando la llegada al poder de Jair Bolsonaro, quien lo premió designándolo, en un escándalo sin precedentes, como su ministro de Justicia», repasó. En cuanto a Bonadío, lo definió como «una aberración» y aseguró que «nunca rindió un examen para ser magistrado e integró la célebre lista de los ‘jueces de la servilleta'». «Se autodefinía como un practicante del ‘derecho penal creativo'», agregó.
«Este mismo integrante de la Corte, el que se fotografiaba con Moro y Bonadío, fue Presidente de ese cuerpo hasta el año 2018 y en una reunión de jueces federales de Comodoro Py, les aseguró que todas las instancias superiores les iban a confirmar y convalidar todas las decisiones de primera instancia que dictaran contra los dirigentes y ex funcionarios kirchneristas. Lawfare al palo», completó con contundencia.
En relación a Highton de Nolasco, mencionó que la magistrada, a diferencia de Zaffaroni, no sólo no renunció a su cargo al cumplir los 75 años de edad, sino que además «recurrió a un juez de primera instancia para que le permitiera permanecer en el cargo en acuerdo con el Gobierno de Cambiemos y en abierta violación a la jurisprudencia de la misma Corte Suprema y a lo dispuesto por la Constitución Nacional».
También resaltó el intento de Mauricio Macri de nombrar a través de un DNU a Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti como miembros del máximo tribunal. «Lo más terrible de aquel episodio fue que quienes debían garantizar el cumplimiento de la Constitución y las leyes en todo el país, aceptaron ser designados por decreto», lamentó. «Por si todo ello fuera poco, en el año 2018, Carlos Rosenkrantz, uno de los dueños del estudio jurídico cuya cartera de clientes está conformada por los principales grupos empresarios argentinos y extranjeros en el país, fue designado Presidente de la Corte Suprema Justicia de la Nación», agregó.
La vicepresidenta también le reprochó al supremo tribunal haber «convalidado» el endeudamiento con el FMI durante la gestión de Cambiemos y remarcó que «a nadie debería extrañarle entonces, no sólo que el Lawfare siga en su apogeo, sino que además, se proteja y garantice la impunidad a los funcionarios macristas que no dejaron delito por cometer, saqueando y endeudando al país y persiguiendo, espiando y encarcelando a opositores políticos a su gobierno».
Y alertó: «Tampoco deberíamos extrañarnos si esta Corte, que consintió alegremente el mayor endeudamiento del que se tenga memoria a escala planetaria con el FMI, empieza a dictar fallos de neto corte económico para condicionar o extorsionar a este gobierno… O lo que es peor aún: para hacerlo fracasar».
A modo de conclusión, obervó que el Poder Judicial es el único de los tres poderes del Estado que «no va a elecciones» y que «tiene la palabra final sobre las decisiones» del Ejecutivo y del Legislativo.
«Si además de todo eso, ese Poder sólo es ejercido por un puñado de funcionarios vitalicios que toleraron o protegieron la violación permanente de la Constitución y las leyes, y que tienen, además, en sus manos el ejercicio de la arbitrariedad a gusto y piacere, sin dar explicaciones a nadie ni estar sometidos control alguno… Bueno… Si esto sigue sucediendo en nuestro país, estaremos muy lejos de construir la República y la Nación que, estoy segura, anhelamos la inmensa mayoría de los argentinos y las argentinas», expresó.
La gestión en la pandemia
A un año de la asunción del gobierno del Frente de Todos, la vicepresidenta destacó el esfuerzo realizado por los poderes Ejecutivo y Legislativo para afrontar una doble «tragedia»: la pandemia del coronavirus y la «economía arrasada» que dejó la gestión de Cambiemos. Remarcó el alto grado de funcionamiento que tuvo el Congreso de la Nación, a pesar de los inconvenientes provocados por el coronavirus: el Senado sesionó 32 veces y hubo 215 reuniones de comisión, en las que participaron 284 expositoras y expositores invitados, se aprobaron 40 leyes y se dio media sanción a 87 proyectos de ley que fueron remitidos a la Cámara de Diputados, enumeró. «Hace 13 años que no se realizaban tantas sesiones en este cuerpo legislativo», enfatizó.
Recalcó el «gran esfuerzo» realizado por Poder Ejecutivo «para afrontar dos tragedias. Una anunciada y otra inesperada. La primera: la economía arrasada del macrismo. La segunda: la pandemia inédita». «Sobre un sistema de salud prácticamente abandonado por el macrismo y contra-reloj, se pudo rearmar un dispositivo y una infraestructura sanitaria que permitió que a ningún argentino o argentina le falte una cama, un respirador o un médico cuando lo necesitó por esta verdadera desgracia del covid», precisó. Ponderó herramientas como el IFE y el ATP, y destacó el trabajo realizado por el Ministerio de Economía, que «logró reestrucuturar en un 99% la deuda externa en manos de bonistas privados que, como ya sabemos, dejó el gobierno de Cambiemos».