Los dólares se fueron por la canaleta de la deuda
(Por Mariano Cuparo Ortiz*).- En noviembre se fueron USD1.204 millones de las reservas. La fuerte reducción del superávit comercial, a causa de la brecha cambiaria y el incipiente y lento rebote de la actividad, y la persistencia del pago de deuda externa por parte de las empresas y de intereses de la deuda del Gobierno, lideran las explicaciones. En diciembre, la dinámica cambió y el BCRA recompuso las reservas en USD390 millones.
El Indec mostró una virtual desaparición del superávit de bienes en noviembre (fue de apenas USD271 millones), lo que, a ojos de los analistas, parece ser el preludio de una mayor administración oficial de las importaciones. Esos datos mostraron las declaraciones de exportaciones e importaciones declaradas en Aduana.
En el mercado de cambios, es decir en los dólares efectivamente pagados y cobrados, el superávit fue algo mayor y llegó a USD450 millones. La diferencia la marcó, según el BCRA, el freno del adelanto de pagos y de la cancelación de deuda comercial de las importadoras. Por eso, en noviembre los pagos de compras externas fueron menores a las importaciones en sí.
Con todo, la cuenta corriente terminó con un déficit de USD340 millones, puesto que los pagos de intereses de la deuda, por un total de USD584 millones, y las salidas por servicios, por USD201 millones, superaron al menguante superávit comercial.
Por el lado financiero, la fuga mostró el impacto del cepo cambiario en su versión endurecida: fue de apenas USD111 millones, uno de los meses más bajos desde el 2014. Menos de un millón de compradores accedieron al oficial. En cambio, la que no dio tregua fue la deuda financiera: los pagos de capital de privados siguieron firmes y esa cuenta drenó USD627 millones. Con todo, el canal financiero generó una salida de USD1.048 millones.
Las cuentas externas provocaron en el trimestre septiembre-octubre-noviembre una salida de USD4.714 millones. La virtual desaparición del superávit comercial, con una cuenta servicios que todavía deja una salida de USD200 millones mensuales y un canal financiero que logró frenar la fuga pero sigue siendo deficitario, lleva a especular con la posibilidad de una mayor administración de importaciones.
Administrar importaciones
El economista Sergio Chouza, afirmó al respecto: «La suba de las importaciones se dio por varios factores. Hay una reactivación pero también hay un contexto financiero que incentiva a anticipar compras, para resguardarse en caso de una devaluación. Es lo típico de una segmentación cambiaria como la actual: algo se va por la cuenta corriente. Están conectadas la cuenta financiera y la corriente. También hay incrementos en bienes de consumo. Ahí creo que hay que trabajar en una administración, intentar sustituir en ropa, muebles, juguetes, calzado, alimentos».
El director del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), Andrés Asiaín, sostuvo que la suba de las importaciones productivas, en bienes de capital e intermedios, estuvieron relacionadas con cierta especulación por la posibilidad de una devaluación y con la necesidad de recomponer stocks tras la cuarentena. «La estabilidad actual no eliminó la brecha y la diferencia de las cotizaciones sigue siendo sustancial; el incentivo a sobrefacturar importaciones y subfacturar exportaciones sigue estando», dijo.
Desde Ecolatina afirmaron: «Es probable que el superávit comercial se recupere en el último mes del año, en parte ayudado por el comienzo de la salida de la cosecha fina, y en parte porque la posposición de exportaciones y el adelantamiento de importaciones no puede durar para siempre. En este sentido, el creciente control a las importaciones podría mejorar el resultado comercial en el corto plazo, pero provocar algunas tensiones cada vez mayores en el frente inflacionario y en la actividad».