«El rebrote se puede aguantar si se extiende en el tiempo”
(ADN).- “El rebrote de contagios de Covid se puede aguantar si se extiende en el tiempo”, destacó José Pacayut, director del hospital Artémides Zatti de Viedma al responder a ADN, sobre las condiciones actuales en la ciudad ante la denominada “nueva ola” de la pandemia.
Dijo también que es muy importante “controlar la actividad comunitaria y la circulación de personas” ya que a “todos nos cabe una responsabilidad”, a la vez que destacó que “hay cansancio y saturación del personal” y valoró la sinergia en el trabajo conjunto con el Sanatorio Austral y la Clínica Viedma”.
Además indicó que si hubiera “una explosión de casos sería inatajable” y consideró que para controlar la circulación viral “debería haber cierres parciales, por zonas y por tiempos determinados”.
Precisó que si los casos llegan todos juntos, “hay un problema” para atender una demanda desbordada. Explicó que el hospital el año pasado adecuó su infraestructura, con más camas y provisión de oxígeno y “ganamos un año de experiencia para –dijo- hacer mejor las cosas”.
Agregó que el hospital sigue con los centros respiratorios y de hisopados, que tiene el apoyo “muy importante de 150 voluntarios, que hacen los seguimientos de los casos domiciliarios” y además un equipo médico de 40 profesionales para la atención de Covid. También funcionan 12 centros de salud que atienden al 50% de la población.
Pacayut es un médico de la salud pública, llegó a Río Negro, desde Corrientes, en el año 2000 y luego de trabajar en la Región Sur y el Valle Medio, llegó a Viedma donde fue director del Hospital Zatti, desde el 2003 a diciembre 2006.
El nosocomio viedmense tiene ocho unidades de Terapia Intensiva y 32 camas e Cuidados Progresivos, con posibilidad de extender estos servicios como se hizo al año pasado con la refuncionalización del sector Materno Infantil, con 24 camas más.
Pacayut señaló que en estos momentos hay 4 personas internadas por Covid, una de ellas en terapia intensiva.
El director del Zatti reiteró que lo importante es que no lleguen muchos casos diarios todos juntos, y explicó que “nosotros tuvimos desde el caso dos de coronavirus en Viedma, que fue el 7 de agosto del año pasado, hasta hoy, 5755 casos positivos, que pudimos atender con seguimiento telefónico e internación, que fue del 15%”, y puntualizó que en el peor momento de la pandemia, “en noviembre pasado, hubo más de 48 pacientes internados y Viedma contaba con 700 casos activos”.
Pacayut también valoró que en la ciudad haya más de 9000 personas vacunadas y “la gente se sigue anotando”, porque “pasamos de una actitud reticente a reclamar y pelearse para ser vacunados y de la denuncia de envenenamiento a denunciar que faltan vacunas”.
Sinergia con el sector público
En diálogo con esta Agencia, el director del hospital tuvo un reconocimiento al trabajo del sector privado de salud, ya que con la Clínica Viedma, con ocho unidades de Terapia Intensiva, “absorbimos toda la internación Covid, y pudimos mantener al Sanatorio Austral con seis camas de UTI, como área limpia”.
“De esta manera y con esta infraestructura –señaló- pudimos atender todas las derivaciones de la costa atlántica, a nadie se le dijo no y nunca rechazamos una internación”.
Responsabilidad social
Pacayut convocó a la responsabilidad social y expresó que “el personal de salud está cansado, como el resto de la sociedad, porque la pandemia produjo modificaciones a la vida cotidiana y eso repercute”, relató que en el hospital “nos vimos sobrecargados y con nuevas necesidades, que cubrimos con la gente de siempre” y agregó que “hubo saturación en determinadas áreas”.
Destacó que “como sociedad se dificulta entender que la responsabilidad juega un rol muy importante” y que hay que controlar las actividades comunitarias, porque “una explosión de casos es inatajable”, como ocurrió en varios países de Europa y destacó que “a todos nos cabe una responsabilidad” y consideró desmedidas las reacciones que se produjeron por las restricciones adoptadas para limitar la circulación de personas”.
José Pacayut explicó que “sabemos que hay cansancio y hartazgo en la población, pero peor aún es ver los cadáveres en los pasillos de los hospitales como hemos visto de otros países”.
Según su opinión el decisor político tiene que buscar el equilibrio ante la demanda de la actividad económica, pero “hay que limitar la circulación de personas, con cierres locales, parciales y por determinado tiempo”.