La difícil tarea del armado opositor. ADN
A cuenta gotas, los partidos y alianzas que competirán contra el oficialismo el 16 de abril próximo, van comunicando candidaturas en ciudades y listas de legisladores. Lejos de ser una pensada estrategia, es la muestra de las dificultades (y debilidades) de los espacios de oposición.
La prueba más cabal se produjo en el principal adversario que tiene JSRN. Recién esta semana, se conoció quién será candidata a intendenta de Cipolletti por Cambia Río Negro. Valeria Lo Cacciatto aceptó la propuesta de Aníbal Tortoriello, que venía de varios intentos fallidos y rechazos.
A Tortoriello no solo le costó más de cuenta esa nominación, sino que aún le queda la trabajosa tarea de articular con sus socios las listas de legisladores, y acordar los nombres de los concejales. Siguen los tironeos por los primeros lugares en la sábana, y no logra atemperar la disputa entre el legislador del PRO, Juan Martín, y el presidente del ARI, Javier Acevedo. Ambos quieren encabezar esa lista.
El peronismo -en sus tres versiones- también busca nombres.
El sector del senador Martín Doñate tendría casi confeccionada la lista de adhesión a la fórmula Weretilneck-Pesatti en el tramo de representación poblacional. Encabeza Pedro Dantas, sigue Ana Marks, Leandro García (de Nuevo Encuentro) y Alejandra Mas. Está definiendo las nóminas de los circuitos y las «colectoras» municipales. En estos tramos, ya acordó sumar extrapartidarios a JSRN como el caso de Luis Noale (Atlántico) y Nicolás Rochás (Valle Inferior) , y a Luciano Ruiz en Viedma.
Más compleja es la tarea para los frentes que llevan a Gustavo Casas y a Silvia Horne. No alcanza con los aportes de los compañeros ni los partidos que los constituyen. Y ambos espacios esperan un apoyo explícito del sorismo, que nunca llega.
Primero Río Negro, que postula a Ariel Rivero, no es la excepción en la oposición. Pasa la ambulancia por el macrismo y suma algunos ex compañeros. Así y todo, al representante de Javier Milei en la provincia, también le cuesta armar en todos los circuitos electorales.
En rigor, hay una sensación de triunfo del oficialismo. Incluso el consultor «Quique» Vignone vaticinó que la elección estaba ganada antes de empezar. Pero nadie arriesga números. En consecuencia, la disputa en la oposición (que da por descontada la continuidad de JSRN en el Gobierno) «pelea» por los lugares más altos en las listas de legisladores y ediles, esperando ingresar al Parlamento y los Concejos, para salvar la ropa como se dice en la jerga política.
Tras que los lugares son pocos, la oposición va dividida. Entonces, la disputa es dura.
De todos modos, el primer test electoral será municipal: en Roca se vota el 12 de marzo. La intendenta María Emilia Soria busca su reelección y enfrenta a un entusiasmado JSRN que postula a Carlos Banacloy, que repite la estrategia provincial, con varias listas de adhesión a su candidatura. El Ministro ya presentó la renuncia para involucrarse de lleno en la campaña, y se reintegrará una vez finalizada la elección. Mismo camino recorrerán los demás titulares de otras carteras que integren listas el 16 de abril.
«Roca no marca tendencia», asegura un analista político y consultor. Y agrega que esa elección es solo el resguardo territorial del sorismo y que, si se impone la intendenta, no cambia el rumbo provincial.
Ese «desligue» enojó a muchos dirigentes del PJ por el «egoísmo» político. Pasado todo el proceso electoral 2023 (que incluye varias etapas), prometen cónclave en el justicialismo, con pronóstico de tormenta.