Jugarse al resto del año. ADN
El principal juego electoral provincial finalizó. Ganó la fórmula de Juntos. Inobjetable.
Pero qué queda para el resto del año y cómo será el comportamiento en las urnas de los 15 municipios que elegirán autoridades. Un albur, juegos de azar, donde pareciera que no es viable repetir la alianza del rionegrismo, menos aún para la nacional de octubre.
Las elecciones del 16 de abril dejaron como enseñanza que el electorado reacciona de maneras imprevisibles. Final de época para dogmatismos y viejas estructuras y sus consecuentes discursos que no convocan.
Qué simboliza hoy la palabra “lealtad”, cómo se definen “los traidores” el “borocotazo”, los cambios de camiseta y la “conducta partidaria”, cuando en las urnas se mezclan boletas de candidatos neoliberales con populistas, progres con discursos derechizados o izquierdistas con centristas católicos. Todo es lábil, escurridizo y nada sujeto a principios ideológicos fundacionales.
Todo quedó subsumido por el pragmatismo. Ese estilo tan criticado a Alberto Weretilneck (incluso por partidos que ahora lo acompañan) y sinónimo de éxitos, hoy es moda y marca la impronta electoral.
Un rápido repaso por las elecciones de Dina Huapi, Ingeniero Huergo, Cinco Saltos, Valcheta, Ñorquinco, Chichinales, Coronel Belisle, Campo Grande, Guardia Mitre, Ingeniero Jacobacci, Maquinchao, Río Colorado, Sierra Colorada y Sierra Grande, con predominio de Juntos, indica que en estos lugares no habrá “rionegrismo” porque es difícil conformar alianzas entre JSRN, Nos Une y la UCR.
Mucha dispersión en la mayoría de los casos, mientras que, en Bariloche, la madre de todas las batallas, la candidatura de la gobernadora Arabela Carreras propone otro acuerdo político, como ya adelantó ante la prensa. Un frente amplio, sin colectoras.
Las PASO
La convocatoria a elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias será en agosto, etapa previa a las nacionales de octubre con elecciones municipales en Río Negro, en el medio.
¿Qué hará el peronismo? Unido es competitivo, pero disgregado se diluye. Y que sucederá en el radicalismo provincial, Juntos por el Cambio y JSRN?
Nos Une Río Negro -que representa al PJ oficial, más el Frente Renovador y Nuevo Encuentro- se encuadra en la estrategia nacional del kirchnerismo, que hasta ahora mantiene su alianza con Sergio Massa y se estima que irá a las PASO con candidato propio para nominar a su diputado nacional por la provincia, mientras que el sorismo buscará colarse con el candidato del actual presidente que podría ser Daniel Scioli. De nuevo pronóstico de pelea estéril como para salir terceros. Sólo salvable con una “bajada de línea” nacional con fórmula de unidad.
Juntos por el Cambio también tiene lo suyo y en Río Negro, la UCR y el ARI, irán con Horacio Rodríguez Larreta. El PRO respaldará a Patricia Bullrich. Así se acordó con Mauricio Macri en Buenos Aires, en una reunión los legisladores electos que encabezó Juan Martín. Ese mensaje bajó al resto del partido. Resta conocer el posicionamiento de Aníbal Tortotiello.
La gran incógnita es resolver el futuro de Juntos Somos Río Negro. Dos alternativas, al menos hoy: ir con boleta corta y jugarse por la reelección de Luis Di Giacomo al escaño de la Cámara Baja, o plantear una búsqueda con el “rionegrismo” en una nueva alianza electoral con Nos Une.
Juntos está en un dilema y tiene algunos meses para resolverlo. Para ir solo perdió competitividad y no hay una figura convocante, aunque luzca en un futuro afiche del brazo con Weretilneck, capaz de romper la inercia nacional. Si avanza en un frente se alineará en un sector de la grieta.
En el escenario venidero asoma un jugador fundamental: Javier Milei. Sus niveles de adhesión están en alza, sobre todo en los sectores más vulnerables. Vaya contradicción, lo votan aquellos que precisamente el líder de Libertad Avanza los excluye aún más, cada vez que habla, pero que atrae cuando promete “eliminar a la casta política”, a quien este sector -integrado por clases bajas y medias- visualiza como la responsable de todos sus males.
Milei es la piedra en el zapato para Juntos por el Cambio, aun cuando junten fuerzas para una segunda vuelta presidencial. La dirigencia de Cambiamos también está “dentro de la casta”.
Muchos analistas sostienen que Milei se quedaría sin nafta para fin de año y que JxC será la encargada de demostrar la inconsistencia de su discurso. Esto es futurología.
Es innegable que ese discurso tiene fundamentos en la muerte cerebral de los partidos políticos y la manera tradicional de hacer política. Una situación que comprende a las organizaciones gremiales, empresariales y sociales.
No hay convicciones ideológicas, son otros valores los que predominan y pareciera que las respuestas a esta realidad “son ideas viejas” en “cabezas viejas”. ¿Se viene el final de una época?
Fue precisamente en el Teatro Argentino de la Plata, donde Cristina Fernández señaló que “en esta Argentina circular es como que el pasado aparece en el presente. Hoy estamos con una situación en la que figuras e ideas y hechos del pasado aparecen para condicionarnos y para condicionar el futuro” y por eso hay que “tratar de analizar y pensar sin adjetivaciones”.
“Hoy el capitalismo ya no es una ideología. Se vienen momentos en el mundo en el que vamos a tener que estar preparados para grandes cambios. No se discutirá el capitalismo sino ver quién conduce los programas de producción”, y “se debatirá si se deja que los mercados o la política toma las riendas de los Estados”, alertó la vicepresidenta que levanta su perfil cada día más, convirtiéndose en una electora fundamental para el Frente de Todos y su futuro.