Principales definiciones escuchadas en Plaza de Mayo
Estas son las principales definiciones, que dejó la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en su discurso de esta tarde en Plaza de Mayo, ante una muchedumbre que escuchó bajo la lluvia,
– El país que recibió Néstor venía de una gran crisis en el 2001. En estos tiempos que se habla tanto del Estado, que es necesario un Estado pequeñito, que no moleste, que deje que los argentinos vivan en paz. Quiero contarles que cuando él llegó, el Estado era muy chiquitito (…) pero la deuda era muy grande. En aquel Estado, YPF había sido privatizado, era una empresa española igual que Aerolíneas Argentinas. Tampoco estaba el Correo que también había sido privatizado. La Anses tampoco existía, porque cuando él llegó en la Argentina se jubilaban unos pocos.
– Pero entonces, si todo estaba en manos de los privados, de los buenos administradores, ¿Por qué la Argentina debía tanta plata? Por una razón muy sencilla, porque habían contraído deuda externa, porque la habían estatizado en el 82, porque siguieron durante toda la década de los 90 para sostener la falsa dolarización endeudando al país. Esta es la historia y el día que se cayó esa falsa dolarización se cayó el país. Esta plaza es testigo de nuestras alegrías pero es también el testigo de feos recuerdos de los argentinos.
– A la patria hay que tomarla sin beneficio de inventario, a la patria hay que comprenderla y amarla completa.
– Kirchner era un simple abogado como yo pero fuimos los kukas los que pagamos los depósitos a plazo fijo con el Boden 12, el bono que se le entregó a cada uno de los que cuando fueron a buscar los dólares y los pesos a los bancos no estaban.
– Kirchner reestructuró la deuda contra viento y marea, logrando la quita de capital e intereses más importante de la que se tenga memoria.
– Cuando el compañero llegó a presidente de la República, el producto bruto de este país era de 164.000 millones de dólares. Cuando su compañera entregó el gobierno el 10 de diciembre del 2015, el producto bruto era de 647.000 millones de dólares. Pagamos durante 12 años y medio 100.000 millones de deuda en dólares que no habíamos contraído nosotros. ¿Fue magia? ¿Somos unos genios? No, fue el modelo de construcción de la sociedad, un modelo de producción, de valor agregado, de inclusión social, de sostenimiento de la industria nacional, de buenos salarios. Porque no es pecado pagar buenos salarios, al contrario, es de buenos cristianos.
– Muchos dicen que mi segundo gobierno no fue tan bueno como el de Néstor o el primero mío. Tengo claro que fue porque fue cuando más ganaron los trabajadores y cuando más podía ahorrar guita la gente.
– A los 3 meses de asumir como presidenta por uno de esos genios de la economía que nos dan clases todos los días casi me pongo el país de sombrero. Fue algo muy fuerte, en esta misma plaza hablamos en dos oportunidades en aquella crisis que sinceramente dividió a la sociedad argentina. A los pocos meses, sobre mojado llovido, valga la redundancia, la crisis de Lehman Brothers. Después en 2008 o 2009 vino la sequía, algo redundante siempre en la economía argentina.
– No podemos seguir atados a una economía primarizada, no podemos seguir atados a los precios internacionales o a que llueva o que salga el sol. Necesitamos dar un salto cualitativo los argentinos, de articular lo público y lo privado, una alianza para agregar valor, para incorporar tecnología.
– Cuando uno ve las principales economías que han surgido en los últimos 20 años fundamentalmente en el lado asiático, lejos está de la doctrina que nos quieren imponer acá que lo privado y el mercado todo lo resuelven. Al contrario, son modelos de acumulación acordados entre el sector público y el privado en las actividades que más retorno provocan, y por lo tanto mayor incorporación de tecnología, de valor agregado y trabajo calificado. Esta es la discusión que están esperando millones de argentinos y no las boludeces que se dicen todos los días en los medios de comunicación.
– No puedo olvidar la plaza de la calabaza, del 9 de diciembre del 2015, cuando nos despedimos no para siempre (es interrumpida al grito de «Cristina presidenta»). Yo recuerdo ese día con mucho amor, mucho agradecimiento, mucho cariño. Creanmé que para una militante política de mi generación después de 3 periodos de gobierno haber podido decirle a los argentinos que le dejábamos un país mucho mejor que el que habíamos recibido era una muestra de orgullo.
– ¿Qué fue lo que recibimos cuando volvimos en 2019? Nuevamente endeudada la Argentina en dólares. Cuando no se pudo pagar, pasó lo que pasó, otra vez el Fondo Monetario, pero con un adicional. Ya no eran los préstamos stand by más o menos normales, sino que le dieron (a Macri) para que pudiera ganar las elecciones 57.000 millones de dólares, un préstamo inédito, insólito. Le liquidaron 45.000 millones de dólares y ni así pudieron ganar las elecciones.
– Quiero decir las cosas de frente march. Todos saben las diferencias que he tenido y que tengo (con Alberto Fernández) y que no es necesario explicitarlas porque lo he dicho un 20 de diciembre en La Plata cuando dije ‘va a haber crecimiento, pero ojo, cuiden los precios de la economía porque sino el crecimiento se lo van a llevar 4 vivos’. Y pasó, se lo están llevando 4 vivos. Y crecimos. Porque a pesar de los errores, equivocaciones o diferencias este gobierno es infinitamente mejor que el que hubiera sido otro de Mauricio Macri, no tengo dudas.
– El problema que hoy tenemos acuciante es la distribución del ingreso. Creanmé que para distribuir el ingreso muchas veces hay que ponerle carita fea a los que tienen mucho. Y no se trata de confrontar.
– ¿Por qué creen que me odian, me persiguen y me proscriben? Porque nunca fui de ellos ni lo voy a hacer, hagan lo que hagan, me quieran matar o meter presa, nunca voy a ser de ellos. Yo soy del pueblo y de ahí no me muevo.
– Es necesario construir organización, profundidad territorial de la organización, profundidad sectorial en los sindicatos, en las fábricas. Una sola persona no puede. Tiene que haber una organización, tiene que haber cuadros que tomen la posta y lleven adelante el programa de gobierno que necesita la Argentina.
– Argentina necesita imperiosamente 3 o 4 ejes sobre los que desarrollar ese programa. El primero, y en esto quiero dirigirme no solamente a los que piensan como yo: si nosotros los argentinos y argentinas no logramos que ese programa que el FMI impone a todos sus deudores sea dejado de lado y nos permita elaborar un programa propio de crecimiento, de industrialización, de innovación tecnológica, va a ser imposible pagarlo por más que digan lo que digan.
– Tenemos recursos estratégicos, extraordinarios. Gracias a los kukas también recuperamos Vaca Muerta. Debemos tener mirada estratégica. Que vengan a explotarlo pero queremos… no digo que los autos los hagan acá eléctricos pero por lo menos hermano una parte de la batería o la batería entera hacela acá, si te la estás llevando toda.
– También es necesaria la renovación del pacto democrático. (…) Cuando escucho que hay que acabar con el peronismo o el kirchnerismo, por favor… Si con ganar le alcanza, ¿Por qué tenemos que llegar al exterminio del otro?
– Es necesario la renovación de ese pacto democrático volver a darle al país un Poder Judicial que se ha evaporado entre las tramoyas de una camarilla indigna para la historia de la Argentina. (…) No importa si es un jurista de una u otra orientación, pero por favor, los argentinos se merecen volver a tener una Corte Suprema de Justicia que pueda llamarse como tal sin ponerse colorados.
– Tenemos que repensar el diseño institucional argentino, no podemos seguir con la rémora monárquica de personas que son designadas por vida y que nunca más rinden cuentas a nadie ni a nada.
– Empecemos a cumplir la constitución, investiguemos la deuda, investiguemos a sus responsables, es hora de que las instituciones de la República Argentina no estén para cuidar los intereses de las corporaciones y los poderosos sino las de todos los argentinos y argentinas.
– Quiero, finalmente, convocarlos a todos y a todas para que cada uno en su lugar de estudio, de trabajo, en la calle, en el bondi, en el subte o en la bici, cuente y permita que (se conozca) este entramado de desinformación en cuanto a los verdaderos responsables de la situación que vive la Argentina en materia de endeudamiento, de falta de dólares, de corridas, que tantas veces han asolado a la República. Que esta vez la gente pueda decidir con claridad, pero sobre todo con información. Por eso esto no es tarea de una persona, es tarea militante, basta de pedirle al otro que haga cosas que nosotros no estamos dispuestos a hacer, hay que romperse lo que hay que romperse y lo tienen que hacer todos y todas.