Liebre por gato
(Por Ignacio Fidanza*).- Es la velocidad. Hay que acostumbrarse. Milei pasó de la televisión a la Presidencia en dos años. Dejó creer a Massa que lo usaba para ganarle a Patricia y después a Patricia y Macri que era el instrumento para derrotar a Massa. Y ahora busca al peronismo para ponerle un freno a Macri. Si está loco, es de esos locos raros que sólo hacen locuras a su favor.
Por eso, tal vez haya que empezar a reconocer que acaso estemos ante un enorme malentendido. Se suponía que era un economista excéntrico, un cruzado, un iluminado, al que había que educar para que entienda las restricciones de la vida real y lo que estamos viendo es un político de un pragmatismo feroz que por momentos ofrece puntos de contacto con Menem.
La jugada de entregarle YPF a Paolo Rocca para neutralizar la embestida de Macri para quedarse con la principal empresa del país, hace acordar al riojano.
Y la orden a su jefe de Gabinete, Nicolás Posse, para que baje a cero las ambiciones de la vice Victoria Villarruel de armarse un gobierno dentro del gobierno -logo propio ya tiene-, también sugiere una mente atenta a los peligros del poder.
Puede ser entonces que a Macri le esté pasando lo que le pasó a Massa: fue por lana y terminó trasquilado. Con una diferencia: el peronismo quedó plantado como la oposición a Milei, ¿en qué lugar se ubica el PRO?
«No tenemos margen o lo apoyamos y entendemos que ahora la manija la tiene él o terminamos partidos en mil pedazos», se sinceró uno de los dirigentes más importantes del partido de Macri.
La jugada de Guillermo Francos de buscar una diagonal con el peronismo para aprobar en el arranque del gobierno algunas leyes ómnibus que le permitan a Milei ordenar la macroeconomía, se cristalizó con la idea de poner a Florencio Randazzo como presidente de la Cámara de Diputados en lugar de Cristian Ritondo. Randazzo ofrece además la ventaja de acercar a Schiaretti que, como anticipó LPO, podría aceptar la Embajada de España. Otro peronista cordobés podría terminar en la AFIP, en un nuevo golpe a las ambiciones de Macri.
Un acuerdo puntual con gobernadores peronistas no es descabellado. Necesitan plata ya mismo. Apenas un ejemplo, Tucumán sólo cubre sin asistencia extraordinaria de Nación el 80 por ciento de sus gastos. Y se acerca el pago de aguinaldos. Por eso, el gobernador Jaldo se anticipó y anunció un ajuste feroz de los gastos del Estado provincial.
Estos días los peronistas de todas las provincias e intendencias abrumaron al Palacio de Hacienda con pedidos de liquidaciones adeudadas, hasta que Massa los paró en seco: «Empezó la transición, a partir de ahora todas las transferencias sólo se hacen con acuerdo de Milei». El ministro pasó de amenazar con dejar el cargo a ofrecer una transición de seda.
El peronismo deja correr la idea de un primer acuerdo, mientras mira entretenido la pelea de los libertarios con Macri. Ritondo está indignado. Le organizó la fiscalización a Milei en la provincia de Buenos Aires y hasta se sacó una foto con la motosierra. Del otro lado no hubo mucha piedad: «Sólo se levantaron 23 manos en favor de Ritondo», dijo Milei. El diputado macrista tiene otros números y asegura que tiene mejor llegada al peronismo que Randazzo. Afirma además que de ninguna manera aceptará la AFI como premio consuelo.
Se supone que la presidencia de la Cámara de Diputados era para Ritondo. Pero hay que repasar esos supuestos. Milei se encargó en todo el proceso de acuerdo con Macri de repetir una y otra vez que el ex presidente era «un patriota» porque no le pidió nada.
En la famosa reunión de Acassuso cuando Macri quiso entrar en esos detalles Milei lo paró en seco: «Presidente no creo que sea conveniente ahora hablar de esto, primero tenemos que ganar. Va de suyo que si somos gobierno voy a necesitar del apoyo de ustedes», le dijo.
Ahora la pelea por los espacios de poder se puso áspera. Macri pidió y perdió YPF, pidió y perdió el Ministerio de Justicia -preocupado por sus causas-, pidió y perdió el Pami, pidió y podría perder la Enacom. La pulseada por la Cámara de Diputados sigue abierta.
En el medio de esa refriega, Macri buscó correrlo por derecha y le exigió a Milei desde la televisión que aplique de inmediato el ajuste «bestial», «durísimo», que él no se animó a hacer. Y hasta se animó advertir que habría una batalla en las calles de jóvenes libertarios contra «orcos» peronistas. La jugada es transparente, buscó dinamitar cualquier entendimiento con el peronismo que redujera su influencia en el próximo gobierno.
Pero Macri es Macri y se aburre rápido de la política. Como en el 2021 cuando pulseaba con Larreta por las candidaturas y en pleno cierre decidió irse de viaje. Ahora, en el preciso momento que la pelea por el gabinete entra en zona de definiciones y la discusión se complica, Macri opta por viajar a Qatar para pasear en el yate del emir. Se ve que la fascinación por las embarcaciones excede a Insaurralde.
Macri tiene además la fantasía de conseguir un apoyo económico de Qatar que reemplace el financiamiento de China y con esa carta erigirse en el hombre fuerte del nuevo gobierno. Por eso le pidió a Miguel Galuccio consejos de como cerrar tratos con los qataríes. Porque una cosa es compartir viajes en yate, otra muy distinta es sacarles miles de millones de dólares. «No es fácil hacer negocios con ellos», le explicó el petrolero.
Mientras tanto en Buenos Aires suceden cosas. «Hay que aprovechar el viaje de Macri para ocupar todas las posiciones, así cuando vuelve sólo le quedan las sobras», bajó línea Milei en un encuentro con su grupo más cercano. Los libertarios son crueles cuando se refieren a sus flamantes socios de Juntos. «Agencia de colocaciones», le dicen a Macri. Para Bullrich reservan el más divertido «cargolandia».
La liebre entonces parece estar comiéndose al gato. Pero no hay que apurarse. La debilidad política objetiva de Milei no cambió. No tiene gobernadores, ni intendentes y muy pocos legisladores. Desde el macrismo le advierten que si avanza por este camino pondrá en riesgo la gobernabilidad y contraponen sus 40 diputados a los 16 que adjudican a los gobernadores peronistas del norte. El problema es que en Juntos son cada vez menos los interesados en seguir bajo la tutela de Macri. No hay nuevo líder, pero pueden florecer mil pymes.
*Fundador y director de La Política Online