¿Río Negro podría perder un diputado nacional?
(ADN).- El paquete de leyes enviado por la Casa Rosada al Congreso incluye la eliminación de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), y una polémica modificación de la Cámara de Diputados que establece un sistema de «circunscripciones uninominales». Así, por caso, Río Negro perdería una de las cinco bancas de representación que hoy tiene.
La nueva norma indica que cada provincia y la Ciudad de Buenos aires «se dividirá en un número de circunscripciones igual al número de diputados que se eligen» y «cada elector votará solamente por una lista integrada por un candidato titular y un candidato suplente que deben ser de diferente género».
Mientras en el sistema actual, los diputados entran de acuerdo a la cantidad de votos que su partido haya obtenido en toda la Provincia, esta nueva reforma implica que cada circunscripción (que diseñara el Poder Ejecutivo) elegirá su representante para la Cámara de manera independiente.
Además, plantea un cambio en la cantidad de Diputados que obtendrá cada provincia pasando de 161 mil habitantes a 180 mil (o fracción no menor a 90 mil) por banca y eliminando el adicional de 3 y el mínimo de 5 por distrito.
Así, y según los datos del último censo, la Provincia de Buenos Aires sumaría 27 bancas, Córdoba ganaría 3, Mendoza, Salta, Santa Fe y Tucumán ganarían 1, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires perdería 8, Tierra del Fuego perdería 4, Catamarca, La Pampa, La Rioja y Santa Cruz perderían 3, Chubut, Formosa y San Luis perderían 2, Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, San Juan y Santiago del Estero perderían 1 y Corrientes y Misiones quedarían iguales.
PASO
El artículo 451 de la mega ley del Gobierno deroga el «Título II de la Ley N° 26.571, de los Partidos Políticos», el cual establece el sistema de las PASO en su conjunto.
En la introducción de la ley, el ejecutivo aseguró que esto «le devuelve la autonomía a los partidos políticos para que decidan sus candidatos a cargos nacionales de la manera que consideren más apropiada, a la vez que le quita el peso al contribuyente de tener que estar financiando de manera compulsiva la actividad política que es, en esencia, un interés particular de un sector de la sociedad».