La urgencia. ADN
La urgencia se define como aquello que no puede esperar, que demanda una respuesta eficaz y contundente que resuelva la problemática presente.
En este punto transita el gobierno de Río Negro con una deuda reconocida de más de 30 mil millones y que aumenta cada vez que “se escarba” algún expediente perdido.
La urgencia es como la primera acción del protocolo de un quirófano ante un caso grave, casi terminal. Necesaria, abrupta y sin medir delicadeces.
La urgencia es lo primero y a veces atenta contra la necesidad de gobernar y privilegia a operadores pragmáticos. Acá no hay talento.
Los problemas de la coyuntura, que se hacen sentir, exigen respuestas rápidas y entonces comienza a jugar un nuevo jugador: el tiempo.
El gobierno tiene que definir el futuro de 4500 contratados. Un problema estrictamente económico y prorrogó estos compromisos, con fecha de finalización el 31 de diciembre, hasta el último día de este mes, un nuevo plazo para analizar cada caso en particular y decidir.
Algunos funcionarios más apurados o “más papistas que el Papa” no esperaron este plazo y comenzaron a bajar los contratos y muchos empleados quedaron sin trabajo.
Otros, más medidos y tratando de resolver con mayor equidad, están revisando los contratos de su área y resolverán el 31 de enero.
Es una urgencia en medio de una emergencia que requiere mucho profesionalismo y no tanto voluntarismo. No todos los funcionarios están a la altura de las circunstancias, incluso con limitaciones comprensibles, que en nada salvan sus carencias.
No todos los contratados son “vagos” o “enemigos”, son trabajadores del Estado en salud, educación y porteros. Se trata de un reajuste en el gobierno y es propio entonces que el reacomodamiento responda en la dirección indicada y no impuesto por las circunstancias.
El tema contratos mete miedo y exige moderación. Además, hay ansiedad en aquellos empleados que vieron mejorado su sueldo con horas cátedra o que cobran ítems por su tarea. Son aquellos que acompañan la gestión y se quedan después de la hora habitual de la jornada o que regresan a la tarde.
Es inevitable que la resolución de algunos de estos contratos se medite a la luz de la adhesión política y se midan en votos. Cuatro mil son muchos, pero aún pueden salvarse situaciones que merecen ser tenidas en cuenta.
Urgencia para afrontar los eventuales incendios de bosques y pastizales. En este último caso con sequías prolongadas y pronósticos meteorológicos con tormentas eléctricas.
Se requiere en esta urgencia mucho profesionalismo y evitar finalizar los contratos de los agentes que trabajan en organismos específicos del tema como SPLIF, como ya sucedió.
Urgencia también en definir el voto de la senadora y el diputado por Río Negro, ante el tratamiento del DNU y la Ley Ómnibus, donde muchos sectores de las fuerzas del trabajo, productores, pymes, comerciantes y de los espacios de la cultura, entre otros, estarán atentos a la postura de sus representantes en el Congreso.
Hasta el momento el gobierno provincial no abrió la consulta.
El gobierno mide la urgencia. Hay poca actividad política provincial. El gobernador Alberto Weretilneck busca la foto con intendentes aliados, dirigentes gremiales, además de colarse en temas de defensa de los intereses patagónicos y hace causa común con sus pares de Neuquén, Chubut y Santa Cruz. El gobierno nacional da motivos y ofrece el escenario gratuito para el protagonismo.
“Milei se portó bien con Río Negro. Éramos el número 24 de las 24 provincias. Esa era la ponderación y además con una fuerte apuesta con Massa”, interpretó un observador de la política rionegrina y destacó que “Milei no nos trató tal mal. Fueron peores los momentos con Macri cuando asumió la presidencia”.
Un análisis medido. Lo cierto es que Weretilneck quedó con margen para acercarse al bloque federal en el Congreso Nacional; para reclamar con el resto de los gobernadores y plantar bandera con el reclamo de la reinstalación del Impuesto a las Ganancias.
Algunos arriesgan que estará cerca del bloque que armó su amigo Miguel Pichetto, en la Cámara de Diputados, que reunió a 23 legisladores y que son muchos como para darle plafón al rionegrino nacido en Banfield, para buscar la posibilidad que ante la confusión libertaria pueda convertirse en el titular ad hoc de la Cámara.
El gobierno espera a marzo, angustiado por la urgencia, poner primera y ejecutar políticas públicas. En todas las áreas poco se avanza, hay “orden interno”.
Esta es una necesidad íntimamente ligada a la vida de Juntos Somos Río Negro. La urgencia y el internismo genera tortícolis en algunos de tanto mirarse el ombligo y comenten el error de pensar que los tiempos electorales están lejos. Error.
El 2025 no está lejos y hay un peligro en ciernes para el gobierno y Juntos: la elección de tercios.
Así será, de acuerdo a lo expresado por la ciudadanía en las últimas elecciones.
El peronismo puede volver a sus porcentajes históricos y congregará -si puede y es inteligente- la bronca contra el gobierno nacional; la Libertad Avanza crecerá, a pesar de medidas antipopulares del gobierno nacional, porque hay una corriente de opinión, incluso en los sectores más necesitados, que a Milei “hay que darle tiempo” porque “todo se va a normalizar”. Basta con mirar en la televisión la respuesta a movileros que incluso inducen la pregunta.
La Libertad Avanza le resta a Juntos, no al peronismo, y por ende el partido del gobierno sólo podrá contener y crecer a partir de una buena gestión, que hoy se ve limitada por la falta de recursos. Hay que gobernar sin plata.
Poco importa también si Milei tiene en la provincia una dirigencia reconocida que sobresalga en la comunidad, porque no la necesita. El es su propio producto.
Terminar en una elección de tercios es peligroso. Y no alcanza en este desafío sumar de a poco.
El antecedente válido es volver a la estrategia del consenso de abril del 2023: el “Gran Acuerdo Provincial”, que le permitió a Alberto Weretilneck ganar las elecciones con el 41% de los votos (el 23% de caudal propio, 7% de la UCR y 11% de Nos Une Río Negro), incluso ganar en Cipolletti.
También, una buena elección de tercios de la Libertad Avanza, en el 2025, pondría al espacio de Javier Milei, en expectativa hacia la gobernación en el 2027.