Hidroeléctricas: «las provincias siguen siendo ignoradas»
(Por Lorena Matzen*). – En 2020, durante mi mandato como diputada nacional, trabajé el tema de la reversión de las centrales hidroeléctricas en la Patagonia. Junto a otros diputados, creímos necesario comenzar a trazar las pautas para aprovechar la oportunidad que se presentaría en 2023, con la caída de los contratos firmados en los ‘90.
Trabajamos con el Instituto Mosconi, especializado en la materia, y con la colaboración invalorable de Jorge Lapeña. Consideramos que debía comenzar a gestarse un marco regulatorio con un consejo asesor que sea plural y participativo, donde las provincias estuvieran involucradas en la toma de decisiones.
Las concesiones fueron otorgadas por el Estado Nacional en 1993, un año antes de la reforma de la Constitución Nacional, por un plazo de 30 años. La reforma significó un reconocimiento para las provincias como dueñas de los recursos naturales y planteó además un escenario diferente para el manejo futuro de las represas. Por esto, presentamos un proyecto de ley para analizar el presente
y el potencial de las represas, para poder discutir con tiempo qué tipo de explotación queríamos llevar adelante.
El documento que trabajamos buscaba garantizar la intervención de Río Negro y Neuquén pero además fomentaba la discusión de parámetros que garanticen costos eficientes de generación, administración, mantenimiento y seguridad, según los sistemas fijados internacionalmente para este tipo de centrales hidroeléctricas. Lamentablemente, la iniciativa no prosperó en el Congreso Nacional.
Un tema tan relevante para la norpatagonia no logró superar la barrera de los enfrentamientos político partidarios. Gestado desde la oposición, no cosechó apoyos dentro del recinto.
Ya en ese momento, advertí que la falta de diálogo llevaría a continuar con el modelo de explotación privada, otorgada de forma unilateral por el gobierno nacional. El 2023 llegó y trajo un arduo debate sobre las concesiones hidroeléctricas. El tema fue tapa de diarios y encabezó los títulos en portales, en la radio y la televisión. Río Negro y Neuquén alzaron la voz y surgieron proyectos e
iniciativas nuevas, sobre la hora, para promover una discusión con participación activa de las provincias.
Sin embargo, sucedió lo que temíamos al promover el proyecto de ley. El enfrentamiento entre los gobiernos provinciales y el Estado Nacional trabó el proceso de reversión. Los contratos siguen vigentes, con prórrogas inconsultas que ni siquiera se informan apropiadamente a los gobiernos de Río Negro y Neuquén.
Esta semana se renovó el permiso de Energía Argentina (ENARSA) por 60 días más en las represas del Comahue. Las autoridades de ambas provincias se enteraron leyendo el Boletín Oficial.
Lo más preocupante es que las provincias siguen siendo ignoradas.
Continúan sin tener voz ni participación activa en este tema, a pesar de que nuestra Constitución Nacional les otorga el dominio de los recursos naturales. Las provincias deben poder expresarse y ser escuchadas. La Nación debe tener en cuenta su posición ante el uso del recurso hídrico. Y a pesar de que cambió el gobierno nacional en diciembre, no cambiaron las formas de tratar un tema tan sensible para
los norpatagónicos. La Libertad Avanza imita al kirchnerismo en esta problemática: no respeta la Constitución, no reconoce la propiedad de los recursos naturales en manos de la provincia y no ven la necesidad de realizar un profundo trabajo común sobre el manejo de las represas
* Diputada Provincial – Presidenta del bloque de legisladores de la UCR Río Negro.
Diputada Nacional MC – @lorematzen