Privatización de medios públicos. Negocio inmobiliario
El gobierno busca desprenderse de los medios públicos y analizan venderlos en un combo que incluye edificios y parte del personal. Además del terreno de la Televisión Pública en Barrio Parque, hay importantes predios en el interior.
Por el momento, el gobierno logró que 100 de los 700 empleados de Télam aceptaran el retiro voluntario. El plan de Javier Milei es que, al menos, 250 personas se sumen a la oferta. Las indemnizaciones más altas seguirán en el estado, pero pasarán a formar parte de una sociedad residual, lo mismo que ocurrió, por ejemplo, con los empleados de Entel en los ’90.
El gobierno conservará cerca de 80 personas que trabajan en el sector de publicidad de Télam y crearán una agencia de pauta nacional. «Es cosa de unos meses», creen en el ejecutivo.
La intención es aplicar un plan similar en el resto de los medios públicos: creen que el mayor activo son los edificios y los terrenos que posee la TVP o Radio Nacional, que tiene un inmenso predio en Benávidez otros en ciudades del interior. Incluso destacan una torre en la cima de un cerro mendocino que pertenece a RNA, algo que la normativa actual prohíbe.
El gobierno privatizará los medios. Eso incluye frecuencias, maquinas, edificios y también al personal: obligará a los compradores a hacerse cargo de la planta que hoy integran cerca de tres mil personas.
Semanas atrás hubo una reunión entre la mesa chica libertaria de la que participó Juan Parodi. El entonces director de la TV Pública le dijo al presidente que debían cambiar la línea editorial del canal y deskirchnerizarlo. Pidió presupuesto para contratar más empleados y le respondieron que no había plata. «Poné una barra de colores», le recomendó Santiago Caputo en referencia a la señal de ajuste. Días más tarde Parodi renunció a su cargo.
Parodi había llegado a la TV Pública de la mano de Juan Cruz Ávila con la idea de crear una «BBC argentina», un concepto que ya fue explorado sin éxito por casi todos los presidentes argentinos desde la vuelta de la democracia. Además, Ávila buscaba junto al empresario Marcelo Fígoli quedarse con el valiosísimo terreno de la TVP, ubicado en la zona más cotizada de Buenos Aires.
La partida de Parodi dejó herido a Ávila. El ex productor quedó en desventaja frente a IRSA que también busca quedarse con el predio.