Perucas. ADN
La mística peronista se reactivó en modo resistencia y una vez más, es la gente la que mueve a los dirigentes. «Por donde mires hay un peruca puteando a Milei» dice Guillermo Moreno, convertido en youtuber, para graficar el fenómeno cultural que se traspasa por generaciones en un país tan particular e inexplicable como el movimiento que creó Perón, en estos tiempos de ajuste y políticas anti populares. Lo que se está gestando no podrá dimensionarse hasta el primer test electoral que será el año próximo, pero se percibe que algo está en formación.
Javier Milei concentra la escena política argentina, es el actor excluyente y todo, absolutamente todo, pasa por el Presiente, que llegó decidido a romper con todo lo establecido: «vengo de un futuro apocalíptico» dijo en estos días y apeló a la figura de Terminator, una ícono de la cultura pop de los 90. Cada paso suyo genera un movimiento sísmico en la política y descoloca a propios y extraños a quienes les cuesta reaccionar. La política está en shock. Hoy, solo la sabiduría popular, ese adn argento que se estudia en las universidades del mundo, es el único factor opositor real y al que la Casa Rosada teme, pero al que aún le falta conducción.
El peronismo olfatea ese miedo que anida en el gobierno (no en el Presidente y su hermana, sino en los libertarios que los rodean) y comenzó el proceso de generar un liderazgo para volver a ser una opción de poder. Habrá tensiones, internas y exabruptos. Al saber borgiano, está en marcha la faceta de «reproducción».
En Río Negro se dieron los primeros pasos. No los unió el amor sino el espanto a Milei, pero con esa motivación el partido avanza en la reunificación para armar las listas del 2025. Los sectores mayoritarios fueron conformando los órganos partidarios y cumpliendo con los requerimientos de la justicia electoral. «Todo prolijo» marcó un dirigente que avaló la unidad y comparó este proceso con el que vive La Libertad Avanza enmarañado en denuncias por adhesiones truchas.
La peregrinación peruca llegó a Cervantes y emitió una foto de cobijo mayoritario. Sergio Hernández y Martín Soria como titulares del Consejo y el Congreso, junto a intendentes, legisladores, concejales y autoridades partidarias. La próxima imagen tendrá a los dirigentes que produjeron este paso: María Emilia Soria y Martín Doñate.
Tajantes, los dirigentes creen que lo que está de un lado no está del otro, y eso definió el alejamiento definitivo de Nos Une del oficialismo. Ya está, se rompió. Juntos Somos Río Negro coquetea con el gobierno nacional y eso es un límite. En el camino a la unidad, ese sector deberá pasar por el purgatorio de las unidades básicas y de los afiliados que aún recuerdan el apoyo para que Alberto Weretilneck gane las elecciones, porque en el peronismo la patria es el otro pero las culpas también. El Movimiento Evita y otras agrupaciones como Peronistas Rionegrinos siguen marcando ese pasado reciente. Unos más que otros están dispuestos a trabajar para el conjunto cuando los «compañeros» admitan públicamente el error de empoderar al cipoleño. Otra vez la autoflagelación para redimir pecados. En la conducción impulsan el diálogo abierto y dicen: «es con todos», «no sobra nadie». Pero advierten que «no se puede obligar a nadie a estar donde no quiere», y deslizan que «quizás a algunos les convenga más estar afuera». De todos modos, ya comenzaron los contactos.
El peronismo piensa en lo nacional para acomodar lo provincial, por eso la estación 2025 es clave. Si logra consolidarse como oposición a Milei habrá dado un buen paso. Sabe que lo demás será complejo pero el tiempo dará chances a sumar a radicales, algún desprendimiento de Juntos, y sectores afines que no siempre se sintieron contenidos por el PJ. Y recuperar a dirigentes que en este divorcio político con el oficialismo quedaron en Casa de Gobierno.
En la otra vereda está Aníbal Tortoriello, que luego del traspié de Lorena Villaverde pretende conducir el espacio liberal. Arma su propio partido provincial para aglutinar lo que quede de LLA, y no descarta acuerdos con Ariel Rivero. También tienta al viedmense José Valla que está armando el Partido Libertario. Se lleva sectores de la UCR y sueña con el acompañamiento de la CC-ARI. ¿Podrá recomponer con Juan Martín y sumar al PRO? El ex intendente de Cipolletti también espera que el 25 ordene el 27 y diseña, primero su candidatura a senador, para después construir la de gobernador.
El dato es que ninguno de los dos espacios -ni perucas ni libertarios- piensan en el desafío de enfrentar a JSRN. Se eligen como adversarios y el provincialismo pareciera quedar relegado. Un encuestador dejó números que proyectan ese futuro. «La pérdida de votos del oficialismo está consolidada. Será difícil recuperarla».
Si la aventura de Tortoriello era un factor preocupante para Weretilneck, la unidad del peronismo es un dato ostensiblemente peor. Basta ver los resultados desde el 16 de abril hasta la fecha.
Para colmo, la UCR cuestionó a sus líderes por integrar el gobierno provincial y piden instrumentar acciones por incompatibilidades. Pedro Sánchez, el presidente del Comité Central es el titular del DPA y principal apuntado por más de un centenar de convencionales, concejales y dirigentes. Los boina blancas ya venían de darle un dolor de cabeza al gobernador cuando sus intendentes se habían fotografiado con Lorena Villaverde. Solo la fidelidad del bloque que integran Ariel Bernatene y Lorena Matzen puede computar el mandatario.
El gobernador busca una salida. Pifió en no consolidar el Gran Acuerdo. Pijoteó en el armado del Gabinete y nunca hizo una amplia convocatoria a construir políticas públicas como prometió en campaña. Tenía que blindar Río Negro y no lo hizo. Priorizó la interna con Arabela Carreras y escuchó a quienes le aconsejaron achicar, concentrar en el albertismo, pese a que hubo voces en contrario y que aún le recomiendan «sumar». Uno de ellos es el ministro Federico Lutz que se mantiene firme en el camino de renovar las formas de hacer política dentro de Juntos, y promueve alternativas. El barilochense tiene una ardua tarea que derivó en una feroz interna con el presidente del bloque, Facundo López, y el secretario General, Nélson Cides. Pero el barilochense juega una ficha y cree que aún perdiendo, al final gana.
Weretilneck cree que como en todo laberinto la salida es por arriba y también se aferra a lo nacional. El viernes, Emilio Monzó, diputado nacional y armador del PRO prendió una luz al final del túnel. Dijo que la aprobación en el Congreso de la movilidad jubilatoria -pese a la oposición de Milei- fue un ensayo que puede migrar el acuerdo legislativo a un armado electoral. El dirigente indicó que el peronismo, el radicalismo, el ARI, sectores del PRO (macrismo), los provincialismos y el espacio que comanda Miguel Pichetto podría conformar la nueva ancha avenida del medio.
Monzó evalúa que la personalidad del Presidente es su talón de aquiles. Cree que la sociedad buscará una opción moderada sin volver al pasado, por eso descarta a La Cámpora en el armado. Según el dirigente, quedarán los extremos afuera: Milei-Bullrich por un lado, el camporismo y la izquierda por el otro. El ensanchamiento tendría el aval de dos dirigentes de alta exposición en el pasado reciente: Horacio Rodríguez Larreta y Sergio Massa.
Esta jugada explicaría la salida de Weretilneck de la férrea oposición a Milei, para mostrarse como un hombre de Estado. Por eso adelantó que Mónica Silva ayudaría a aprobar la Ley Bases en el Senado: «hay que darle al Presidente las herramientas para que gobierne» dijo, y enumeró algunas concesiones que hizo la Casa Rosada en beneficio de la Patagonia y Río Negro como elevar el piso de Ganancias, el RIGI para el desarrollo petrolero y la rotonda de Choele Choel.
Sin embargo, el gobernador tiene el peso de la gestión en tiempos de crisis y en un contexto dramático de pérdida de fondos. Mientras la política se desenvuelve, la calidad en el servicio de la seguridad se degrada, y el Estado tiene cada vez menos recursos para dar respuestas a las demandas de la población. Por eso activó -otra vez- el mecanismo de renegociación de los contratos petroleros como en 2014, para lograr fondos frescos.
El gobierno nacional le sigue dando malas noticias y el tarifazo de gas y luz lo arrastró. Weretilneck quiso desligarse con un tuit y la gente fue implacable. Además, su gobierno dio luz verde (a través del EPRE) a un aumento de tarifas a EdERSA.
El respaldo a la Ley Bases lo pega a Milei y toda su prédica de la defensa a los intereses de los rionegrinos va cayendo en saco roto. Son más los perjuicios que los beneficios para Río Negro desde que el libertario llegó a la Presidencia. Lo delata la propia política de comunicación (actualmente en revisión) que todos los días emite gacetillas criticando alguna medida de la Casa Rosada.
El nuevo capítulo es la barrera sanitaria. El gobierno nacional salió a desmentir un cambio en este sentido, tras meses de información que indicaba el fin de la sectorización ganadera para convertir al país en una zona única, como lo hicieron Brasil, Paraguay, Uruguay y Chile. Habrá que esperar. No sería la primera vez que un organismo asegura una gestión que el Presidente después desautoriza.