EPRE, EdERSA y el desarrollo provincial
(Por Luis Bardeggia*).- Los sistemas energéticos se ubican en el centro de las estrategias de países y regiones que procuran ampliar el umbral del desarrollo. La características y modalidades que asumen tienen profundas implicancias en el desenvolvimiento productivo y en la calidad de vida de los hogares. En línea con dichas perspectivas, abordamos aspectos de la trayectoria del sistema eléctrico en Río Negro.
Su génesis y evolución se dio en tres etapas claramente diferenciados: una larga etapa cuyo centro de gravedad giró en torno a la empresa nacional Agua y Energía Eléctrica (AyEE) y otra etapa igualmente extensa que llega a nuestros días en torno a la gestión privada por parte de grupos económicos nacionales y extranjeros. Existiendo un breve intervalo de gestión estatal provincial a través de Energía Río Negro Sociedad del Estado (ERSE).
El artículo se enfoca en el modelo actual de gestión de la distribución de energía eléctrica.
Después de la transferencia de los activos y servicios de la empresa AyEE a la provincia de Río Negro en el año 1991 (Decreto N° 942/1989), el manejo y gestión del sistema eléctrico por parte de la provincia a través de ERSE fue muy breve ya que a partir de 1993 comienza a pergeñarse la incorporación de capital privado y su privatización. Esta se concreta finalmente en 1996 mediante el llamado a licitación Internacional para la venta del 90% del paquete accionario por noventa y cinco años. El 30 de agosto de 1996 empieza a operar el nuevo concesionario (SODIELEC).
Comenzaba así la etapa de gestión concesionada a privados cuya performance hasta la salida de la convertibilidad fue modesta en materia de inversiones tal como se desprende del análisis del Informe del Sector Eléctrico del período 1996/2000 y 2001/2005 (Secretaría de Energía de la Nación). La provincia debió asumir (reasumir) servicios concesionados a EDERSA (Decretos N° 1126 y N° 1443 de 2004) para mejorar la prestación en una amplia zona de la región sur de la provincia y las centrales del sistema de riego del AV.
La concesionaria en cambio diseñó estrategias cuyos efectos se arrastran hasta hoy. En efecto, concretó la fusión por absorción de SODIELEC por EDERSSA, con el fin de transferirle el crédito en dólares tomado por los accionistas para pagarle al Estado el ingreso a la concesión (ad referéndum del EPRE).
La salida de la convertibilidad trajo aparejado el reposicionamiento de la política pública y entre ellas las orientadas a la energía. Pero en la provincia, nada alteró el estatus marginal de la cuestión eléctrica y la performance de la concesionaria. Las consecuencias se hacían sentir en el insuficiente suministro y baja calidad del servicio brindado por EDERSA en ciudades y tramas productivas de la provincia convirtiéndose en un freno a nuevas demandas, emprendimientos e inversiones. Algunas expresiones de representantes de organismos del sistema eléctrico son elocuentes.
En la audiencia pública convocada por el ENRE, celebrada en Villa Regina en junio de 2010, finalizando la gestión del Gobernador Saiz, el representante de Transcomahue manifestaba que “amplias área con potencialidad productiva no pueden ponerse en producción por falta de energía para irrigarlas” y agregaba que “inversiones varias veces millonarias para los próximos treinta años no reciben el visto bueno por falta de oferta en transporte y transformación de electricidad, lo que hace inviables los proyectos”. (Versión Taquigráfica, 30 de junio de 2010, Audiencia Pública, ENRE-Resolución N° 309/2010).
En términos similares se expresaba APUAyE en el año 2011 mediante el Documento “Una alerta sobre la situación de la empresa de Energía de Río Negro”. Advertía sobre las serias dificultades existentes en la prestación del servicio en la mayor parte de la provincia, así como también, sobre la situación de alto endeudamiento. Y agregaba que el monto total de inversiones de ese año (2009) resultaba irrisorio comparado con empresas distribuidoras similares.
A partir de 2012 el área de energía de Río Negro se convirtió en Secretaría, reposicionando la política energética, en particular la hidrocarburífera. En materia eléctrica, se produce el arribo del grupo Neuss a EDERSA para fortalecer inversiones y abordar la deuda transferida a EDERSA en 1998.
Pero lejos de materializar las promesas comienzan a tensarse la relación con denuncias cruzadas y acciones judiciales. En dicho contexto, y al cumplirse 20 años de la concesión, el EPRE sostenía que EDERSA “hizo apuestas bursátiles”, y “realizó importantes colocaciones financieras” (Rionegro.gov.ar).
Por su parte, el Informe brindado por la Defensora del Pueblo, en marzo de 2020, referido al período 2019, es igualmente ilustrativo. Sostiene que “EDERSA es una empresa monopólica que no brinda el servicio que le exige el contrato de concesión” (versión
taquigráfica, marzo 2020, Defensoría del Pueblo).
Con el transcurso del tiempo y la acumulación de reclamos de diferentes sectores productivos y sociales, la relación alcanzó momentos críticos agravados por el colapso del suministro eléctrico en el sector de empaque y frío en cada temporada. Debieron instalarse equipos generadores de ENARSA en Villa Regina hasta la puesta en funcionamiento de la interconexión Choele Choel –Villa Regina en 2014. No obstante ello, frente al panorama de carencias estructurales que presentaba el sistema eléctrico, el Gobierno provincial incluyó en la formulación del Plan Castello un componente para el financiamiento de infraestructura eléctrica, definida en el documento del Plan, como colapsada y sin dar la oportunidad de nuevas demandas (Plan Castello 2017-2019).
Las obras de infraestructura eléctrica del Plan Castello se concretaron y aun así Río Negro requiere inversiones del orden aproximado de los 200 millones de dólares para concretar un conjunto de obras en distintos puntos de la provincia consideradas necesarias para atender el pronóstico de demanda en forma satisfactoria, incluyendo el costo de obras de interconexión previsto para localidades aisladas (Plan Director Eléctrico 2022-2030, Informe N° 4).
Para entonces y desde el inicio de la década del 2000, el paradigma emergente de la transición energética, trajo consigo nuevas políticas e incentivos para promover las fuentes renovables de energía (Leyes 26123, 27191 y 27424) pero todo parece haber resultado ajeno a la concesionaria.
En tanto el EPRE surgido del marco regulatorio jugó un papel central en el sistema eléctrico y más que nada y con el transcurso del tiempo, en el perfil de la concesionaria. Por acción o por omisión, la concesionaria EDERSA gozó de los márgenes suficientes para erigir un modelo organizado a partir de la financiarización, retaceando inversiones y postergando la posibilidad de incorporar nuevas tecnologías como las redes inteligentes en la transmisión o acordando nuevos términos para diversificar la matriz energética provincial.
Según los reportes (2024) del Observatorio de Tarifas y Subsidios (IIEP-UBA-CONICET), la factura final promedio/mes sin impuestos ni descuentos, en marzo y mayo, ubica a EDERSA en el segundo lugar en virtud del monto para usuarios bajos y medios. Es decir, entre las más altas del país.
Quien sí ocupa el primer lugar es el componente VAD de la tarifa de mayo para usuarios de ingresos bajos y de ingresos medios (Ver gráficos a continuación). En tanto y a juzgar por los cortes reciente de suministro en Catriel y Línea Sur, no parece que haya cambiado la situación descripta décadas atrás por representantes del sector. Por el contrario, la reciente presentación de la FEERN solicitando la nulidad de las actualizaciones y reconocimientos tarifarios autorizados por el EPRE a EDERSA (BO 6293), además de señalar aumentos interanuales superiores al 600% deja entrever la ausencia de acuerdos mínimos con el sector de la producción y el comercio en
aspectos cruciales como es el suministro energético provincial.
En perspectiva y en dirección a los desafíos provinciales en el marco de un ciclo de evidentes restricciones y nuevos paradigmas y posicionamiento de países y regiones en torno a la energía, Río Negro debería formular nuevas políticas, articulaciones y acuerdos para revertir la modalidad de gestión imperante, teniendo en cuenta el horizonte de la integración energética territorial aún pendiente, la diversificación de la matriz energética y el suministro seguro a nuevos proyectos productivos-logísticos.
Se trata de activar el potencial que presenta la especialización de Río Negro en servicios energéticos en torno a sus recursos naturales, los actores locales y las capacidades científicas, tecnológicas y logísticas que la provincia posee. Será un proceso de avance gradual e incremental que más temprano que tarde será necesario asumir.
Los gráficos son del Observatorio de Tarifas y Subsidios (IIEP-UBA-CONICET). Las
intervenciones mediante flechas y elipses son propias.