CRUB: incertidumbre por la segunda parte del año
(ADN).- «Estamos en un momento muy complicado». Así lo sintetizó el decano del Centro Regional Universitario Bariloche (CRUB) de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), Marcelo Alonso, quien puso en dudas «si tendremos clases después del receso».
El funcionario universitario contó que «la administración central paga los sueldos sueldos docentes y no docentes en base al presupuesto que recibe de Nación, y como sólo actualizaron a la UBA, para nosotros hay un horizonte con muchos conflictos gremiales». Y dijo que «se caen programas con financiamiento nacional y otros asociados al Conicet. Cada vez hay más estudiantes que no pueden cursar por problemas económicos. Nuestro fondo propio es para funcionamiento, aumentó desde el año pasado un 140%, contra un 300% de inflación».
Alonso repasó la incertidumbre que existe en el mundo universitario desde la llegada de Javier Milei a la presidencia de la Nación.
Río Negro y Bariloche no son la excepción y las altas casas de estudio sufren el ajuste impuesto por Economía para que lograr superávit fiscal, retaceando fondos a la obra pública, las universidades, programas sociales y fondos específicos a provincias.
«Reordenamos y achicamos gastos en servicios de limpieza y seguridad. Las restricciones son muchas y afectan a las cátedras. No tenemos nuevas obras ni reparaciones importantes. Los docentes se van en busca de mejores trabajos, y no podemos formar los equipos. Para servicios que cobramos, no podemos reemplazar insumos, y cada vez nos contratan menos», relató a Bariloche 2000.
Para el próximo cuatrimestre recortaron una semana, agregada al receso, para reducir gastos de electricidad y gas. De todos modos imaginan que los gremios van a parar y no volverán las clases, planteando un ahorro forzoso. Gana terreno la vuelta a la virtualidad y los conflictos gremiales.
«Antes por lo menos los aumentos mensuales empataban la inflación, y este año sueldos docentes y no docentes perdieron mucho. Nosotros tenemos dos institutos grandes propios que funcionan entre la UNCo y el Conicet, que son el Inibioma e Ipatec, con investigaciones y aplicación muy importantes, y redituables. Entre ambos hay 300 investigadores y becarios compartidos, y Conicet recortó muchísimo», relató Alonso.
La UNCo recibía todos los meses 121 millones de pesos y logró un aumento ahora a 200 millones, pero que hasta junio no habían recibido. Y ya en abril necesitaban 240 millones para funcionar. Tiene en total 1.800 alumnos activos en todas las carreras, el trabajo de 40 no docentes y entre 250 y 270 docentes. Se recibían hasta antes de esta recesión 100 personas por año, en tres promociones.