Sincericidio: «Si no invierten, esto se cae»
(ADN).- El vicejefe de Gabinete, José Rolandi, rezó plegarias al empresariado y puso en sus manos el futuro del gobierno. Fue en el aniversario 110 de Shell, en la que participaron los jugadores más importantes del sector energético. «Lo que necesitamos es que el sector privado, las empresas, den este paso que es invertir», dijo el segundo de Guillermo Francis en su charla con el periodista Carlos Pagni.
«Nosotros dimos el primer paso pero si el sector privado no da el segundo paso, esto se cae, no importa el consenso», dijo y agregó «si el sector privado se queda esperando que pasa en las elecciones legislativas se genera una profecía autocumplida». Una profecía de fracaso, se entiende.
El reclamo de Rolandi forma parte del nuevo libreto de los funcionarios libertarios. En el mismo sentido se expresó días atrás el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, cuando defendió la idea de reactivar la economía con recursos propios más que esperar una lluvia de inversiones extranjeras que por ahora no se ve.
«Hay que recanalizar el ahorro hacia la Argentina. El PBI está estancado hace años pero la economía local genera mucha riqueza que sale del circuito, en la mayoría de los casos vía mecanismos informales al exterior» La expresión causó mucho revuelo en la convención empresaria del IAEF en Mendoza.
Lo mismo repiten desde el Ministerio de Economía. «Nosotros marcamos la cancha, ahora tienen que salir a jugar, no se queden esperando a que crezca el pastito», dijo Pablo Quirno ante los ejecutivos de las finanzas en el mismo encuentro.
Los empresarios sonríen ante los pedidos, pero mantienen la cautela a la hora de enterrar los dólares. El apoyo conceptual al marco teórico del gobierno es absoluto, pero la confianza, la que se expresa poniendo dinero, presenta ciertas resistencias.
«Nuestro plan de inversión anual es de USD 500 millones tal como lo teníamos previsto en el plan de la compañía. En paralelo corren los proyectos vinculados al RIGI a la espera de su reglamentación», afirmó el presidente de Shell Argentina, Germán Burmeister. Para este alto ejecutivo, lo relevante para motorizar inversiones es eliminar las restricciones cambiarias. O sea, el cepo. Reclamo que molesta mucho a Milei.
La reglamentación del capítulo hidrocarburos del RIGI, es un tema a parte. A grandes rasgos el gobierno teme liberar el precio de la energía. En caso que se disparase la cotización internacional o saltara el tipo de cambio, el fogoneo inflacionario resultaría imparable. En contraposición, como resultado una administración de precios, unos se verían beneficiados en tanto otros afectados, como consecuencia de una decisión del gobierno. Las productoras quieren vender caro, las refinadoras comprar barato.
Como sea, las cuantiosas inversiones ávidas por los recursos estratégicos del país continúan en modo «wait and see». Lo curioso es que según el secretario de Energía Eduardo Rodriguez Chirillo, las inversiones en Vaca Muerta aportaran apenas USD 5000 millones adicionales gracias al RIGI en los próximos dos años.
«Actualmente están en desarrollo que para 2025 serán USD 12.500 millones y para 2026 USD 14.000 millones. Si le sumas el RIGI en 2025 van a ser USD 2.500 millones y en 2026 otros USD 2.500 millones», aseguró Chirillo en el evento de Shell.