Hojarasca rionegrina. ADN
Javier Milei avisó que el objetivo de su gobierno será ahorrar para pagar la deuda externa y apuntó contra la casta que la contrajo, mientras la transmisión de la cadena nacional hacía un primer plano de su ministro de Economía, Luis Caputo, quien ocupó el mismo cargo en la administración de Mauricio Macri y anunció un endeudamiento a 100 años. El Presidente buscó, en la presentación del Presupuesto 2025, dar una señal política a los mercados que aún no confían en el país para traer inversiones.
El RIGI no resultó ser suficiente para que las grandes empresas lleguen a la Argentina. Tanto, que el presidente de Estados Unidos aconsejó no invertir aquí (en términos de Milei) el país de la libertad, sino en el Brasil del comunista Lula. Tras cartón, la petrolera malaya Petronas ventiló que no será socio de YPF en el desarrollo de la planta de GNL, la inversión estrella del Régimen.
La novedad fue un sacudón para la Casa Rosada y también para Río Negro, ya que ese proyecto se instalará en Punta Colorada. Ése mismo día se activaron los sensores y el Presidente recibió en su despacho a una delegación de la norteamericana Total y al unísono, el jefe de YPF, Horacio Marín, ratificó que la planta se hace, con o sin Petronas. Hay interés en el mercado energético.
Alivio para el gobierno de Alberto Weretilneck.
El problema ahora son los tiempos ya que hay que confirmar quiénes serán los nuevos socios, y eso genera demoras y por lo tanto la materialización. Por eso, el Mandatario salió a comunicar que avanza a paso firme el oloeducto que llevará petróleo desde Vaca Muerta a Punta Colorada para ser exportado por una monoboya. Sabe que no puede dejar que se caigan las expectativas, especialmente en Sierra Grande, que viene de una larga tradición de anuncios grandilocuentes y ninguna concreción.
Sin embargo, mientras los prometedores desarrollos hidrocarburíferos y mineros dan sus primeros pasos, al Gobierno le faltan recursos y eso repercute en la administración (pago de salarios, insumos para hospitales, ect.), y no hay mucho de dónde sacar. Hay un intento de los gobernadores -que deben jugar antes de fin de año- por discutir la coparticipación. Ya dieron una fuerte señal en la última reunión del CFI donde se abroquelaron y sostuvieron al peronista Ignacio Lamothe en la presidencia, con reclamos de fondos y obras.
Milei no recepta la queja y redobla la apuesta: ajuste en el Estado nacional y déficit cero para juntar dólares que vayan al pago de deuda. De esa forma, estima, volverá la confianza de los mercados, habrá inversiones y eso generará trabajo y mejorará los índices de pobreza. Muy a largo plazo, pero está dispuesto a emprender el desafío, aún a costa de una frustración electoral en el 2025.
En consecuencia, no se devolverán fondos, ni subsidios, ni habrá obras (para Río Negro el presupuesto del año próximo apenas incluye proyectos que vienen inconclusos de la gestión anterior), que compliquen el plan central.
¿Entonces? «A competir» alentó el Gobernador. Retirado el Estado nacional, las provincias (o el mercado) deben hacerse cargo del funcionamiento del país. Cada provincia deberá ofrecer las mejores condiciones para las empresas se radiquen. Así es que Río Negro y muchos de sus municipios adhirieron al RIGI.
Pero ahora Weretilneck da un paso más: Ley Hojarasca.
Emulando la norma que a nivel nacional impulsa el ministro de Modernización, Federico Sturzenegger, el Gobernador diseña un sistema de baja de impuestos y eliminación de tasas que aceiten la relación de los ciudadanos con el Estado, pero fundamentalmente -cree- que dinamice la economía. «Lo que perdemos por un lado, esperemos recuperarlo por el otro», piensan en Hacienda.
Ya está en la Legislatura el proyecto para que los vehículos de empresas que se radiquen en Río Negro no paguen el 2% de sellos. Y la semana que viene ingresaría el de eliminación de tasas de organismos como el Registro Civil. Todavía está en proceso de armado, ya que Hacienda le pidió a cada Ministerio un informe sobre qué trámites puede eliminar sin poner en riesgo el poder de policía (producción y obras) del Estado, o los incentivos de los trabajadores, aunque este último punto está en debate y si se avanza, ya que se prevé habrá tensión con los gremios estatales.
El asunto es cómo funcionar con pocos recursos. La coparticipación cambió desde el consenso del 88′ entre Raúl Alfonsín y los gobernadores, cuando se acordó que las provincias recibirían el 57% de la recaudación general. Ese ítem fue variando, especialmente tras la reforma constitucional del 94′, y el año pasado el conjunto de los distritos subnacional recibieron el 35%. Es decir, que en 36 años a las provincias se les recortó el 22% de los ingresos coparticipables. Hubo compensaciones, como el FONID docente, el subsidio al Transporte o los siempre discrecionales ATN (aporte del tesoro) que suplían las pérdidas, más obra pública y beneficios a las economías regionales.
Milei barrió con todo eso. Además pidió un ajuste de 60.000 millones de dólares a las provincias, algo que fue desmentido al instante por Guillermo Francos y Caputo. Será de 20.000 millones. El año pasado las provincias recibieron, en total, 45.000 millones. El pedido del Presidente es desmedido. Para colmo les quita las herramientas de recaudación a los municipios como el cobro de tasas en las facturas de servicios. El panorama es desolador.
El gobierno tiene puesta la ficha en la Ley Hojarasca, aunque pudo haber avanzado en un aumento de recaudación en julio, cuando envió un proyecto para grabar Ingresos Brutos a Bancos, Estaciones de Servicio, Refinerías y servicios de Telefonía e Internet. No hubo quórum en la Legislatura, los aliados y los dialoguistas no acompañaron. Tampoco pasó la idea de poner un impuesto mínimo a la producción primaria. En Río Negro es cero. Junto a Neuquén son los únicos dos distritos donde esas actividades económicas están exentas. Difícil de explicar al resto, como el Turismo.
Weretilneck alentó su idea y esta semana aseguró -basado en datos nacionales- que la economía de Vaca Muerta es la única que genera empleo. Así, justicia los beneficios para la radicación de empresas energéticas y mineras. Fue en su paso por Jacobacci, donde consiguió licencia social para Calcatreu.
Mientras la administración provincial busca de dónde rascar la lata, Salud sigue sin Ministro. El Gobernador busca un perfil específico (médico que sepa de administración) y advierte que es su última oportunidad para acomodar el sistema de salud que imagina integrado entre el público y el privado. «Si me equivoco no hay tiempo para que se recupere el sistema» dijo en Bariloche. En esa ciudad hay apuro también por el anuncio de Turismo. Weretilneck no descarta armar una agencia.
Lo único que dejó claro el Mandatario en su paso por la Cordillera fue el respaldo al intendente Walter Cortés. «Veo una administración ordenada» dijo, y barrió con los fantasmas de un posible juicio político. Se mostró junto al jefe local y al diputado Agustín Domingo, quien co-gobierna en la municipalidad.
Para Juntos, Bariloche es un desafío. Se vendrán las elecciones del año próximo y necesita votos en la ciudad más poblada de Río Negro, pero el oficialismo está partido y en descomposición. Tarea pendiente para el ala política.