La deuda argentina sigue en alza e imparable

La reciente publicación del «Boletín Mensual de Deuda – Septiembre 2024» por parte de la Secretaría de Finanzas ha reavivado el debate sobre el vertiginoso aumento de la deuda argentina en un contexto de superávit fiscal. Según el informe, la deuda total asciende a u$s460.068 millones, de los cuales u$s457.587 millones se encuentran en situación de pago normal. Este incremento de u$s89.395 millones en lo que va del año ha generado discusiones sobre las causas subyacentes y el verdadero alcance de la deuda en un ambiente económico marcado por volatilidad y desequilibrios.

El informe corresponde a  Christian A. Buteler, publicado por iProfesional y difundido por el autor en la red social X

Stock de deuda argentina

Stock de deuda bruta argentina en situación de pago normal

Un aspecto clave es que, aunque el total de la deuda está expresado en dólares, no toda está nominada en moneda extranjera. De hecho, el 44.10% corresponde a deuda en pesos, lo que añade complejidad al análisis, en especial en un contexto de alta inflación y un tipo de cambio oficial que sigue una trayectoria controlada. Además, el 28% de la deuda está ajustada por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), es decir, indexada a la inflación, lo que ha acelerado su crecimiento en línea con el alza de precios.

Deuda argentina: distorsiones cambiarias y comparaciones cuestionadas

Uno de los puntos de mayor controversia radica en el uso del tipo de cambio oficial para calcular el valor de la deuda en pesos. A pesar de que este tipo de cambio es utilizado oficialmente, presenta una distorsión significativa al comparar la situación actual con la de administraciones anteriores, especialmente luego de la fuerte devaluación de diciembre de 2023. Durante ese mes, la depreciación del peso redujo el stock de deuda en u$s55.000 millones, principalmente debido al ajuste nominal del valor del dólar oficial.

Si bien al analizar los factores de variación vemos que la deuda en moneda extranjera ha disminuido en u$s9.000 millones, la deuda en pesos se ha disparado en el equivalente a u$s98.000 millones. Este aumento se debe principalmente a la transferencia de pasivos remunerados del Banco Central (BCRA) al Tesoro y al impacto de la inflación sobre la deuda indexada. Un ejemplo claro es una deuda de $80.845 ajustada por CER, que en diciembre de 2023 equivalía a u$s100, y que para septiembre de 2024 ascendió a $206.774 o u$s213.06, mostrando cómo la inflación incrementa el valor de la deuda.

Esta dinámica se intensifica debido a la brecha creciente entre el tipo de cambio oficial y la inflación. Mientras que el tipo de cambio sigue un esquema de «crawling peg» con ajustes del 2% mensual, la inflación avanza a tasas mucho más elevadas, lo que provoca un aumento desproporcionado de la deuda en pesos ajustada por CER. 

La deuda consolidada: una lectura distorsionada

Economía, en un intento por suavizar las cifras, presentó una deuda consolidada que omite las distorsiones cambiarias. Este cálculo no solo pasa por alto la devaluación de diciembre, sino que además excluye pasivos convertidos a dólares mediante el canje de bonos en dólares del BCRA (Bopreales), y descuenta depósitos en el mismo Banco Central. Esta presentación, más que aclarar, confunde sobre la magnitud real de la deuda, proyectando una imagen que difiere de la realidad.

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Deuda consolidada argentina a agosto 2024

Para una evaluación más precisa, es necesario considerar la deuda en función del dólar contado con liquidación (CCL), un tipo de cambio más representativo de las condiciones del mercado financiero. Bajo esta métrica, la deuda consolidada en noviembre de 2023 ascendía a u$s355.174 millones. Sin embargo, para septiembre de 2024, este valor ya era de u$s423.933 millones, lo que implica un incremento de u$s68.759 millones. 

Implicancias y perspectivas

La sostenibilidad de la deuda argentina sigue siendo motivo de incertidumbre, pero no por el crecimiento observado. Si bien el riesgo país refleja, en gran medida, las expectativas del mercado sobre la capacidad del gobierno para refinanciar su deuda en dólares, la situación de la deuda en pesos es diferente. En un contexto de restricciones cambiarias y un mercado «encepado», la demanda por deuda en pesos se mantiene relativamente estable.

El relato oficial, que busca minimizar el verdadero aumento de la deuda, choca con la realidad de un tipo de cambio desfasado, el impacto de la alta inflación inicial sobre la deuda indexada y una economía sujeta a distorsiones estructurales. La evolución de la deuda argentina refleja las profundas distorsiones macroeconómicas que atraviesa el país. El elevado componente de deuda ajustada por inflación, combinado con un tipo de cambio oficial anclado y la aceleración de los precios internos, ha provocado un crecimiento de magnitud sobre el stock de deuda en pesos.