En las Twin Towers Petronas define su sociedad con YPF

(ADN).- Petronas decidirá -formalmente- si permanece o no en el proyecto de construcción de la planta de Gas Natural Licuado (GNL) junto con YPF en Punta Colorada. Está programado para este mes (probablemente entre el 11 y el 15 de noviembre) un encuentro de directorio de la compañía de propiedad del estado malayo en las famosas Twin Towers, reveló InfoProfesional.

En ese encuentro, la empresa se expresaría oficialmente tras los rumores que indicaron que se retiraba del país. Los medios de comunicación, los gobiernos nacional y provinciales e YPF tomaron las versiones como ciertas, tanto, que la compañía petrolera argentina comenzó a buscar nuevos socios para el empredimiento.

Sin embargo, esta nueva información genera incertidumbre sobre la resolución. De todos modos, las fuentes del mercado energético que pudo consultar esta agencia, dieron por cerrado el capítulo y se espera que Petronas solo oficialice lo que es un secreto a voces.

Uno de los motivos por el que Petronas duda de asociarse a YPF en este proyecto es económico es que, cada socio, y en un plazo de aproximadamente 10 años, debe aportar unos 15.000 millones de dólares. Para la megamultinacional petrolera no sería un problemas pero duda de Argentina. Y cimienta su afirmación, en la peregrinación por el mundo del CEO de YPF, Horacio Marín, vendiendo por adelanto el futuro fruto de la planta de GNL.

Marín ya estuvo en India y Europa, tratando de vender gas licuado por adelanto, y con esto tener efectivo para arrancar las obras. Pero a Petronas le resulta algo extraño el procedimiento.

El segundo motivo de la duda de Petronas fue el «show» por el lugar de la radicación de la planta. Los malayos se habían reunido en el 1 de septiembre de 2022 con Cristina Kirchner, en la oficina que la entonces vicepresidenta tenía en Senado, donde se había cerrado que la instalación sería en Bahía Blanca, territorio conducido por Axel Kicillof.

Desde la empresa malaya, afirman que se enteraron con los hechos consumados de que la decisión tomada por el directorio de YPF el 31 de julio pasado era radicar la planta en Río Negro. Puntualmente en el puerto de Punta Colorada, en la localidad de Sierra Grande.

No es que la mudanza haya asustado a los malayos. O que sean pro-Bahía Blanca o más específicamente kirchneristas. Lo que sí les molestó es que no se los haya consultado. O, directamente, ignorado. Casi que se enteraron igual que el resto del mundo: una vez culminada la reunión de directorio de la petrolera argentina.

Finalmente, hay un tercer motivo. Creyeron los malayos que la decisión de instalar esta planta era una política de Estado. Que se respetaría no importa quién gobierne. Sin embargo, al ver las disputas casi ideológicas entre los protagonistas argentinos, Petronas teme que, si hubiera un cambio de gobierno, se repita la historia de renacionalizaciones y juicios que se vivieron en otros momentos en el país.