Oro negro. ADN

Alberto Weretilneck abrió un inesperado frente con las compañías petroleras que construyen junto a Techint el oleoducto Vaca Muerta Sur, amenazando con paralizar la obra en tierras rionegrinas si el consorcio no cumple con la ley que exige el 80% de la contratación de mano de obra local. La reacción del Gobernador se produjo tras una fallida reunión de conciliación entre los empresarios y la UOCRA, que viene sosteniendo el reclamo, y generó inquietud en el mundo petrolero, especialmente, por la virulencia en la postura pública de la administración provincial que estuvo respaldada por declaraciones del vicegobernador, Pedro Pesatti, y el jefe de la bancada oficialista, Facundo López, con expresiones del tipo «les paramos la obra» o «con el trabajo rionegrino no se jode».

Desde YPF y otros firmas que componen el grupo inversor prefirieron el silencio, por ahora, e intentarán subsanar el conflicto en el ámbito de la Secretaría de Trabajo. Estupefactos frente a la embestida oficial (que incluyó a intendentes y partidos aliados como la UCR), los empresarios verán cómo suman trabajadores de la provincia, con la advertencia que las tareas requieren una capacitación que no abunda en la región.

Un vocero, que archivó su identidad, comparó esta arremetida verbal con aquella de los gobernadores patagónicos cuando amenazaron a la Casa Rosada de «cerrar las canillas del petróleo y el gas». Y remarcó que esto es leído en el universo Gas&Oil del país y el mundo. «No es una buena señal», apuntó.

Desde las empresas puntualizan que lo subyace en este escenario es el reclamo del Gobierno de Río Negro por regalías: pide el 1% de la producción que transite los caños del oleoducto que llevará el petróleo que se genera en Vaca Muerta hasta Sierra Grande, para ser exportado desde Punta Colorada. La obra -que podría finalizar en 2027- recién finalizó su primera etapa y está comenzando la segunda, que consiste en llegar a la costa, donde se construirán tanques de almacenamiento, y un conducto submarino hacia la monoboya (un puerto flotante) donde los barcos cargarán el oro negro.

El problema es que la Provincia no pudo acordar términos impositivos con las empresas una vez aprobado el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) en el Congreso de la Nación, un punto central de la Ley Bases, al que el Gobierno provincial adhirió mediante una norma sancionada por la Legislatura. El proyecto del oleoducto, como el GNL y el fallido hidrógeno verde vienen sustanciándose desde hace un par de años, y antes del Régimen que impulsó el presidente Javier Milei, se estaban negociando regalías, impuestos y tasas que ayudarían a la recaudación, y una parte sería destinada a la Secretaría de Ambiente, organismo de control, que requiere equipamiento y personal calificado.

Así fue que surgieron los cuestionamientos del peronismo. El senador Martín Doñate y los legisladores José Luis Berros y Ana Marks recordaron que en tiempos de debate legislativo, en 2024, advirtieron los riesgos de aprobar el RIGI en Argentina y adherir en Río Negro. También de haber eximido de impuestos y tasas a la producción de petróleo, gas y a la minería, por la característica extractivista de la industria, el control ambiental, y la poca generación de riqueza y puestos de empleo.

También salió a cuestionar el pedido de regalías la diputada libertaria Lorena Villaverde: «es un golpe directo al desarrollo económico de la provincia» dijo, y consideró que el pedido «ahuyenta las inversiones». Sin embargo, no cuestionó el RIGI. «Ahora, Weretilneck, con un falso discurso autonomista, sigue la misma línea de Axel Kicillof, demostrando que el Kirchnerismo -con su disfraz de federalismo fiscal- siempre encuentra nuevas formas de asfixiar a quienes generan riqueza», consideró.

En los despachos del Congreso circula un documento sobre las desavenencias que traería al país un acuerdo entre Donald Trump y Vladimir Putín. Un alto el fuego en Ucrania significaría que Rusia volvería a proveer de gas a Europa y Asia, lo que pone en riesgo los desarrollos hidrocarbiríferos argentinos, al menos en el sector exportación. La empresa Shell, por el contrario, ve un fututo promisorio, especialmente para el GNL por la demanda internacional.

Aún en estos escenarios contrapuestos, el debate interno es si la producción de esta industria favorece al crecimiento de las provincias y genera empleo. Por lo que se desprende de la posición rionegrina, no hay un buen horizonte. En su reclamo de trabajo local y el cobre de regalías, evidencia un perjuicio.

“El RIGI blindó a las empresas para que no aporten nada”, criticó Doñate en la sesión del jueves en el Congreso, y dio un paso más: “Hay que retomar el rumbo, derogar la Ley Bases, el RIGI, los superpoderes a Milei y dejar de votarle todo”, reclamó. La exposición del Senador buscaba instalar los perjuicios de la administración nacional en Río Negro, en medio del caos político por la estafa cripto en la que está involucrado el Presidente de la Nación, una investigación avanza en la justicia federal.

El tuit de Milei tuvo un impacto profundo. No solo por las pérdidas económicas de quienes creyeron en su palabra y apostaron a $LIBRA, sino porque generó ruido en sus votantes. Los primeros sondeos muestran que en el universo de quienes eligieron al Jefe de Estado o a su adversaria en aquel entonces, aliada y Ministra ahora, Patricia Bullrich, hay un sector desencantado. Por eso, los aliados salieron a blindarlo en el Congreso y bloquearon el intento del peronismo de impulsar un juicio político o generar una comisión investigadora. La caída política del Presidente los arrastra.

Salvado por la casta y las ratas. Paradojas de la política argentina.

Surge Mauricio Macri como el gran ganador. El expresidente veía cómo su partido agonizaba por la pérdida de dirigentes hacia LLA, y este episodio lo transformó en la garantía judicial para Milei. También para contener la andanada en el Congreso. Ahora, busca romper el triángulo de hierro que conforma el Presidente con su hermana, Karina, y el asesor Santiago Caputo, expuesto en un tras de escena de una entrevista en TN, que dejó a Jonatan Viale fuera de la estelaridad y desnudó al periodismo militante mileísta, o antiperonista.

Macri refuerza al PRO y lo prepara para una coalición con LLA en términos de igualdad. Y busca revitalizar a la vicepresidenta, Victoria Villarruel, caída en desgracia en el círculo áulico presidencial. También para seguir incluyendo dirigentes propios en el Gobierno y aumentar su influencia.

Las esquirlas llegaron a la provincia. El único que salió a defender al Presidente fue Ariel Rivero. El jefe de Primero Río Negro minimizó el hecho, dijo que debe quedar en manos de la justicia, pero aprovechó a dar una batalla más, contra el kirchnerismo. El especio liberal eligió a Doñate como el centro de las críticas, lo sube al ring y patrocina la nueva grieta (libertarios vs. perucas) esperando que octubre esté lo más polarizado posible.

Silencio de Villaverde. También de Juan Martín, presidente del PRO. Ni una palabra de Aníbal Tortoriello, que prefirió aprovechar su estancia en Buenos Aires la semana pasada -cuando el vendaval se desataba- para armar su estrategia electoral con varios dirigentes libertarios, «Lule» Menem incluido.

Nadie sabe cómo llegará ese sector (de cuatro puntas) en Río Negro. La Libertad Avanza quiere seguir a rajatabla la idea de Karina Milei de armar las listas con los «puros». Pero la hermana presidencial quedó desgastada con el critpogate al ser sindicada como la recepcionista de las «coimas». El PRO analiza alianzas, pero no quiere negociar en inferioridad de condiciones. El fortalecimiento de Macri los apuntala. Se reunieron en Las Grutas para definir los pasos a seguir.

Primero Río Negro es visto por los otros espacios como «aliado» de Weretilneck. No confían en Rivero. El dirigente marca su paso en solitario y está dispuesto a ser candidato a senador. Eso genera una ruptura en el mundo libertario. Tortoriello avisó que si no es ungido por Milei, no será de la partida en 2025 y se reserva para la batalla final en 2027. En cambio, si avanza su postulación -con la venia de la Casa Rosada- dejará el bloque del PRO en el Congreso y se mudará a LLA.

Sin embargo no abandona la idea de seguir construyendo su partido CREO. Por eso, el legislador César Domínguez, ex Primero Río Negro, ahora integrante de la mesa promotora de LLA, pidió un monobloque en la Legislatura, dejando atrás la idea inicial de armar una bancada junto a Santiago Ibarrolaza y Patricia Mc Kidd, dos parlamentarios que responden al ex intendente de Cipolletti.

En el sexto piso del Parlamento no hay pistas sobre si se habilitarán en este nuevo período parlamentario -que inicia el 1 de marzo- nuevos bloques.

Pero a este despacho llegó esta semana Miguel Pichetto, y produjo un hecho político. Estuvo con el vicegobernador Pedro Pesatti por más de dos horas, compartiendo historias de militancia compartida. También acordaron avanzar en legislaciones protectoras para la producción de soda Solvay en San Antonio Oeste, un insumo central para el desarrollo del litio, que solo se fabrica en dos países de América: Argentina y EEUU.

El diputado nacional salió convencido que el vice no será candidato a Senador, salvo que estén dadas las garantías electorales y Pesatti se asegure una banca. Pichetto cree que la Boleta Única es una herramienta que podría posibilitar a Juntos romper la polarización nacional, porque se vota por la persona. Allegados al ex dirigente peronista advierten que podría haber un efecto indeseado si la ex gobernadora Arabela Carreras llega con el armado del partido Hacemos y se presenta a la elección, porque conserva un buen registro de conocimiento.

Cada arribo de Pichetto a la provincia renueva la esperanza del sindicalista viedmense Roberto Vargas, de una postulación rionegrina. El dirigente gastronómico asegura que una candidatura de Miguel -como le gusta decir- sería de alto impacto. Aunque descarta que si eso se produjera sería por JSRN, advierte que «todavía hay una charla pendiente» con el Gobernador. Desde el entorno pichettista lo niegan.