La UCR, lejos del obelisco y cerca de Juntos

(ADN). – El radicalismo rionegrino seguirá navegando en la estela de la ola de Juntos Somos Río Negro, un nicho que le permitió en la provincia mantener un espacio legislativo, intendencias y recuperar representatividad en el territorio, como en las elecciones de la CEB en Bariloche o la Cooperativa de Agua en Jacobacci.

Esta es una definición de hierro de la actual conducción de la UCR, que tendrá que renovar en julio sus autoridades, previo elecciones internas previstas para el mes que viene o mayo. Para esta etapa ya se piensa en Ariel Bernatene -actual legislador- como candidato a conducir el radicalismo, acompañado por Miguel Evans, intendente de Guardia Mitre, que cuenta con el apoyo de los restantes jefes comunales radicales.

La pelea interna en el espacio provincial no tiene como eje la posición frente a las políticas del gobierno de Javier Milei, como se plantea a nivel nacional, sino que el debate es más doméstico. El «Nuevo Radicalismo», línea interna radical, le recrimina al oficialismo de la UCR su compromiso y alianza con Alberto Weretilneck, una alineación que además defiende a capa y espada.

«Las relaciones son excelentes y la definición del 2023 fue la correcta», señaló una fuente boina blanca a esta Agencia y remarcó, «de otro modo hoy estaríamos en extinción».

La definición no deja dudas sobre el apoyo a los candidatos a Juntos en la próxima elecciones nacionales, «aunque el partido de fondo es el 2027», se afirmó.

La UCR rionegrina no jugará una definición nacional y como es su estilo, estará lejos del obelisco y cerca Laprida y Belgrano. Para esto, recurrirá a un acuerdo -no escrito- planteado en la mesa del Comité Nacional, en la que participan Daniel Sartor y Lorena Matzen, en el que se estableció que en las provincias hay libertad de acción en las políticas electorales y de alianzas.

La Convención Nacional fue citada para el 25 de abril y Río Negro no tiene en claro su participación. Los delegados rionegrinos fueron electos en la interna de hace cuatro años y algunos practicamente no están con actividad partidaria y dejaron la UCR. Estos son Carlos Toro; Noemí Sosa; Susana Minio; Jorge Pascual; Juan Pablo Alvarez Guerrero; Mirta Lavayén, Viviana Cuevas y Pablo Fernández.

El radicalismo provincial está lejos de la realidad nacional del espacio. Sostiene que hay una pelea donde cada dirigente defienden sus posicionamientos territoriales frente al gobierno de Milei. «Esta no es nuestra pelea», se aseguró.

Si bien hay un reconocimiento del sector interno denominado «Nuevo Radicalismo», se aprecia en el oficiliamo que hay mucha cercanía de la línea opositora con el PRO, donde hay dirigentes «que son empleados del diputado nacional Serio Capozzi», y que tienen como propósito limar al radicalismo, se indicó.

La UCR rionegrina, reafirma de esta manera su política de alianza con Juntos y su desapego en la discusión partidaria nacional. Entiende que la realidad actual es producto de la explosión de Juntos por el Cambio, que dejó tierra desolada en los partidos que integraron esa coalición y por lo tanto trata de evitar los daños de las esquirlas.