Viedma ¿Intento de violentar la carta orgánica? ● ADN
El intendente municipal electo José Luis Foulkes, expresó públicamente que pretende que la concejal, Laura Ramos, presida el Concejo Deliberante de Viedma en lugar de la radical Patricia Antonio, a quien le corresponde el cargo según expresa taxativamente la Carta Orgánica municipal (la Constitución local).
No hay argumentación valedera que le ofrezca razones a Foulkes para transgredir la Carta Orgánica, incluso contrariando la historia del propio radicalismo que ha hecho de la defensa de las instituciones su principal razón de ser.
El intendente electo alude a un acuerdo político para preferir a Ramos, avalando ante el pueblo de Viedma que un acuerdo político pueda transgredir normas legales surgidas de la Convención Constituyente que reformó la carta Orgánica municipal. Tampoco ha hecho público a que refiere el mencionado acuerdo, aunque de igual manera, cualquier sea este debe darse en el marco del respeto de la normativa vigente.
Otro de los argumentos pareciera refugiarse en la lealtad hacia una u otra concejal, generando desconfianza y agraviando a quien fuera su colega de bancada radical y segunda en la línea sucesoria. Patricia Antonio suplantó en más de una oportunidad al actual intendente electo cuando por ausencia de Jorge Ferreira, trasladaba sus funciones al Ejecutivo Municipal.
Además, no hay que olvidar que esta es la lista de concejales oficialistas que ganó en las urnas en el 2011 con el voto de la ciudadanía.
Por otra parte resulta poco convincente la valoración y trascendencia esgrimidas por José Luis Foulkes sobre los alcances de su reciente triunfo electoral, precedido por otro en la interna radical. En las recientes elecciones se eligió sólo al intendente de Viedma, por fallecimiento de Jorge Ferreira, y en cumplimiento de lo dictado por la Carta Orgánica, la misma que ahora se pretende violentar en el caso de la presidencia del Concejo Municipal.
El triunfo otorga poderes limitados por las normas vigentes y es propio de una conducta democrática y ciudadana respetar a las instituciones para no caer en tentaciones hegemónicas. Ya tenemos otros ejemplos negativos en esta provincia.
Cabe señalar asimismo que para cumplir con el deseo del intendente electo, deberían renunciar a presidir el Concejo, Patricia Antonio y Federico Díaz, segundo y tercero en la lista radical en las últimas elecciones, para dar lugar al espacio del PPR, partido que formó parte de la alianza electoral ganadora.
Una jugada de dudosa legalidad y que está a kilómetros de distancia de la voluntad expresada en el voto del ciudadano viedmense cuando reeligió por un nuevo mandato a Jorge Ferreira.
Si de juego se trata podríamos imaginar qué hubiera sucedido si el triunfo electoral le hubiera correspondido a Mario Sabatella y de igual modo hubiera pretendido que el presidente del Concejo fuera un justicialista. En este caso tendrían que haber renunciado Foulkes, Antonio, Díaz y Ramos. No parece algo sensato.
La manda de la Carta Orgánica no sólo otorga derechos, también obligaciones y resulta muy discutible que alguien pueda renunciar a la obligación de hacerse cargo de la Presidencia del Concejo Deliberante y permanecer en su banca de Concejal.
Tal vez, razones de salud o urgencias familiares entendibles puedan provocar ese corrimiento, pero no resulta sano para las instituciones cuando son dos los funcionarios que deban renunciar para lograr el «cometido político». Alguna vez hay que tomar conciencia de que en política no todo se puede.
La ley esta para ser cumplida, no para transgredirla y nadie debe estar por encima de ella, aunque el veredicto de las urnas haya sido favorable.