Río Negro hoy es la pérdida de la inocencia ● Claudia Beltramino
Sería más prudente atrevernos a ver que la creciente inseguridad, los incumplimientos en materia de salud, educación y viviendas que se suman a respuestas de funcionarios como Marta Arriola proponiendo policía comunal o Ernesto Paillalef admitiendo que este gobierno no puede resolver el conflicto entre derechos humanos y seguridad, son la reedición del modelo neoliberal que aplicó antes el menemismo y del cual, un coro insustancial reitera la condena políticamente correcta.
Ningún funcionario rionegrino con algún resabio de pudor podría negar que Río Negro promueve las 7 recetas que el FMI recomendaba en los 90, entre las que se cuentan las de achicar los Estados delegando sus funciones en las ONG o incluso a los municipios, tal el caso concreto de las policías municipales.
Como no hay posibilidad de esquivarle al bulto neoliberal, nos quieren hacer creer que hay dos oficialismos, un oficialismo duro y sin miramientos y un oficialismo amable y amigo. Nada menos cierto.
Mientras Weretilneck y sus Chicago boys avanzan con el modelo que se desvincula de responsabilidades, lo que se confirma con la creciente inseguridad por caso, el bloque Eva Perón pasa de oponerse a la ampliación del STJ a aceptar la propuesta de 5 miembros.
Nada indica que esta ampliación vaya a mejorar la situación del judiciable, nada indica que la Justicia vaya a volverse más eficiente y expeditiva, al contrario podría resultar más diletante aún. Sin embargo, unos pocos beneficios traducidos en puntos para pagar asesores, un vehículo y el compromiso de un nuevo espacio físico, más amplio, inclinaron la balanza moral del bloque “oficialismo amable”.
La apuesta de todos es al 2015. El oficialismo amable piensa en el senador Miguel Pichetto a quien la edad podría jugarle en contra. Si a eso sumamos que el otro candidateable del PJ, el intendente de General Roca, Martín Soria solo es mirado con buenos ojos por el 5% de su partido, es obligatorio concluir en la candidatura para la reelección del actual gobernador y otra vez quedaría expuesto que el juego del policía malo y el policía bueno es un recurso para el público desprevenido, y que no hay nada más alejado de la realidad que lo coexistencia de dos oficialismos, uno duro y otro amable.
A ese único oficialismo sigue apostando el sartoveranismo que con su débil estructura se mueve para garantizarle algunos votos en las PASO a Fernando Chironi. “Cosas vederes Sancho que non creyeres”.
La candidatura de Chironi es para el sartoveranismo la chance de restarle fortaleza a la figura del exgobernador Miguel Saiz quien crece en las encuestas en proporción directa a los desaguisados de una administración provincial que por ahora, solo genera ingratas sorpresas.
Además de la vocación neoliberal del gobierno, de la pérdida de la inocencia al advertir que no existe tal cosa como el oficialismo duro y el oficialismo amable y de la voluntad del sartoveranismo de no quedar afuera del plan reeleccionista del weretilnickismo, sumatoria de todos los oficialismos, los ciudadanos debemos estar muy alertas a todos los signos por que nadie puede ignorar el espiral de violencia social al que se le suma la violencia política a partir de lo ocurrido en el local en Viedma de la agrupación Santiago Carrillo o del atentado a la legisladora Magdalena Odarda.
Claudia Beltramino