Comunidades mapuche reciben el año nuevo en el límite de Río Negro y La Pampa
Catriel.- Un grupo de comunidades de Neuquén, Río Negro y La Pampa, eligieron el límite entre las provincias de Río Negro, Neuquén y La Pampa, para llevar adelante la rogativa con la que se recibe el año nuevo mapuche, conocida en el pueblo mapuche como Wiñoy TRipantu o We Tripantu. Es una forma de decir sin palabras que el pueblo mapuche es uno sólo y pre existente a la organización política. “Somos respetuosos de las leyes de cada provncia, pero conocedores de nuestros derechos. Somos un solo pueblo, una sola cultura y así nos manifestamos” señalan los líderes de las comunidades. La ceremonia es abierta a toda la ciudadania, y solo se requiere respeto para participar de ella, explican los organizadores.
Todo se inicia este domingo cuando las comunidades anfitrionas comienzan a marchar desde la plaza céntrica de 25 de Mayo, La Pampa, hacia el campo ubicado en Colonia Chica en el paraje conocido como “Puesto de Villagrán”. Alrededor de als 17 se hace la apertura del lugar sagrado (Rehue o Rewe) y luego se comparten comidas, mate a la espera del inicio del nuevo año. Entre otras cosas, se plantean objetivos hacia fuera y hacia adentro de las comunidades, a cumplir en el nuevo ciclo. En este sentido se enumeran: En la relación con el poder político nacional, provincial y local, la recuperación cultural y de territorios; avance en la conquista de derechos. En lo interno se hará hincapié en recuperar el sentido comunitario; volver a darle a la mujer el lugar de preponderancia que tuvo en la cultura de este pueblo originario; y la difusión cultural para que los que aún no lo han hecho, puedan hacer uso de la libre determinación e identificarse como descendientes de pueblos originarios, con el compromiso que ello significa, peor también con los derechos que le corresponden.
Según la cultura de transmisión oral, existe un momento durante el cual el avance de la noche alcanza su máxima extensión, para iniciar un proceso inverso, donde los días son más largos y las noches más cortas. Coinciden los ancianos en que a esta transformación del tiempo lo denominaron Wiñoy Tripan antu o We Tripantu. En cuanto a la fecha, siempre es tentativa, ya que el punto exacto es la observación de los fenómenos que ocurren en el universo. Por ejemplo la visión de un grupo de estrellas denominadas Gul Poñy -montón de papas o la gallina con sus pollitos (las Pléyades)- que en la última noche del ciclo que culmina se puede ver más cerca de la tierra. También se tiene en cuenta la presencia del Wunelfe , lucero del amanecer.
Por tradición, la tarde del día anterior al año nuevo, antes de la entrada del sol se inician los preparativos con la apertura del Rehue o Rewe que representa el árbol cósmico de la vida. Los invitados, familiares y amigos se congregan en el lugar de la ceremonia sagrada y con la llegada del Lonko, que tienen el rol de dirigir el ritual, da inicio la celebración. Luego del momento solemne se comparte lo que cada uno ha previsto llevar, se cocina en el lugar, y con la excepción del alcohol, hay todo tipo de bebidas e infusiones y comidas hasta que llegue la hora del la madrugada en la que se inicie la rogativa.
Al anochecer en el kunito (ramadas o estructura para proteger del frío) alrededor de un Kutral (fogón que no se debe apagar hasta que finalice la ceremonia) se reúnen todos para compartir la conversación de los ancianos (Nutram) que cuentan hechos de la historia del pueblo mapuche recibidos de sus mayores de la misma forma, oralmente; pasando así el conocimiento a los niños y jóvenes. Durante la noche se hacen Purrum (bailes), Ulkantun (canto) y Auakantun (juegos). Todo ello fortalece el espíritu comunitario y solidario que tiene el pueblo mapuche.
De madrugada, cuando aparecen las Gul Poñy, un grupo de estrellas, se anuncia la llegada del Wiñoy Tripan Antu o We Tripantu y se prepara la ceremonia sagrada del amanecer, el Gnillan Mawun. Luego, cuando aparece el Wunelfe -o lucero del alba- la rogativa comienza dirigida por el lonko y sus colaboradores especialmente preparados para la solemne ceremonia. Luego, el regreso del sol y de la luz trae junto con la renovación de la naturaleza el renacer del pensamiento y sabiduría mapuche.-