Mi único heredero, el Pueblo
Así, con la simpleza de los grandes y la sabiduría de los estadistas, el 1 de julio de 1974 el General Perón pasaba a la inmortalidad, nos dejaba el legado de su doctrina y muy especialmente, el deseo de unión de todos los argentinos.
Hoy, ese legado no está siendo cumplido por quienes llegaron al gobierno con las Banderas y Consignas Peronistas. Ellos no se ajustan a nuestra doctrina.
Se profundiza la crisis en las economías regionales, postergando hasta su casi desaparición a pequeños y medianos productores; se alienta a la confrontación, cuando quienes no piensan como el gobierno nacional se los trata como enemigo.
La “ayuda social” que para Perón y Evita era un paliativo circunstancial para quienes la requerían, se ha convertido hoy en la única posibilidad de sustento permanente, sin la posibilidad de empleo genuino que otorgue dignidad al hombre y a la mujer trabajadora.
Se intenta someter al dominio del Poder Ejecutivo a la Justicia; se pretende controlar la prensa, con la única finalidad que se oiga el discurso único, que todo está bien y que se ha “ganado una década”, cuando en realidad la hemos perdido, tras no haber aplicado el modelo agroexportador alimentario que Perón proponía a partir de este siglo, para que Argentina se convierta en una potencia mundial de provisión de alimentos al mundo.
Se cobra impuesto al trabajo, se discrimina a los trabajadores al no otorgar a todos por igual el salario familiar. En el Justicialismo, los únicos privilegiados son los niños y los abuelos. Sin embargo, actualmente se malgastan los fondos de la ANSES sin pagarles el 82% móvil a nuestros jubilados.
Las paritarias condicionadas a topes de aumentos salariales, lejos están de lograr la recuperación del poder adquisitivo del salario tal cual lo determina nuestra doctrina: “a una remuneración justa”.
De allí entonces que el modelo Nacional y Popular que el gobierno impulsa, lejos está de nuestra doctrina. Se asimila a políticas socialistas aplicadas en Cuba y Venezuela y es entonces, la razón de rechazo de nuestro gremio a las mismas.
Nuestro propósito es buscar acuerdos y consensos necesarios para poner límite al modelo del gobierno nacional, rechazando toda pretensión de modificar la Constitución Nacional y la reelección indefinida.
Exigimos políticas públicas que permitan la recuperación de un país en crecimiento y pleno empleo, enmarcadas en el modelo nacional que Perón ideó para los argentinos a partir del año 2000.
El mejor homenaje que le podemos dar hoy a nuestro líder, es bregar por la recuperación de la DOCTRINA NACIONAL JUSTICIALISTA, a 39 años de su desaparición física.
Por UTHGRA Seccional Bariloche