Inició el juicio contra Ramón Geldrés por el ataque a los hermanos Araya
Cipolletti.- La Cámara Primera del Crimen de Cipolletti comenzó a juzgar esta mañana a Juan Ramón Geldréz por el homicidio de Claudio Araya y las lesiones ocasionadas al hermano de la víctima. Abierto el juicio oral y público, los jueces Álvaro Meynet –que preside la cámara- Alejandra Berenguer y Julio Sueldo procedieron a tomar declaración indagatoria al acusado.
De inmediato Geldréz dijo que lamentaba el sufrimiento de la familia, pero que el sólo había ido a sacar la cartera porque tenía que “mantener la olla” y el patronato no lo ayudaba. Aseguró que nunca quiso matar a nadie pero que se defendió de la golpiza que le propinaban los hermanos Araya. Aclaro que tenía puesto un casco y que producto de los golpes y patadas le rompieron la cabeza y los dientes.
Luego declaró Natanael Araya, hermano de la víctima, explicó que cerca de las 10.45 estaban en la vereda con su hermano y un empleado del vivero y escucharon los gritos de una mujer. De inmediato dijo que se cruzo corriendo y vio que un hombre se alejaba con la cartera de la mujer bajo el brazo. Afirmo que cuando lo quiso detener el imputado le dijo “quedate piola o te cocino” y él levanto las manos. Fue ahí cuando divisó a su hermano Claudio que se cruzaba en su ayuda y cuando Geldrez advirtió la presencia de la otra persona se sube a la moto para escapar. Dijo que lo pateo en una pierna para evitar la huída y que el acusado lo atacó con un cuchillo provocándole una herida de consideración en el pecho. Indicó que cuando vio la sangre que le brotaba del cuerpo se acordó que su padre hacía más de veinte años había sufrido un ataque similar. Aseguró que después se entero que también había sido Geldréz. Dijo que su hermano se abalanzó sobre el imputado tirándolo, tras lo cual comenzaron a golpearlo porque no soltaba el cuchillo ni la cartera. Explicó que su hermano le dijo “dejalo que lo vas a matar”. Vio que Claudio estaba herido y aclaró que el cuchillo era de doble filo, “de punta diamante”, de quince a veinte centímetros. “No me mato porque Dios no quiso” expresó.
Luego dos testigos pidieron declarar sin la presencia del detenido aludiendo temor a represalias y problemas de salud. La cámara hizo lugar al pedido y la defensora Verónica Rodríguez adelantó que irá en casación.
Posteriormente se escucho el testimonio de la mujer asaltada. Dijo que esa mañana iba a la clínica y que sintió que le tironeaban la cartera fue cuando vio a un hombre con casco que le arrebato el bolso y emprendió la huída en dirección a calle Urquiza. Aseguró que ella corrió en esa dirección y que después volvió sobre sus pasos a buscar al guardia de la clínica que siempre estaba en la puerta pero que no lo encontró. Cuando regresó ya estaban los hermanos Araya sobre Geldréz y vio sangre así que le pidió a una persona que la retire del lugar. Más tarde fue a la comisaría a denunciar el hecho. Ante los magistrados la testigo dijo “estos chicos son un ejemplo –en relación a los hermanos Araya- y lamento que “desde hace ocho meses y cuatro días salgo de mi casa sólo para ir al médico”. Seguidamente fue el turno de la otra testigo que relató que esa mañana iba caminando por calle Menguelle cuando vio como el imputado le arrebataba la cartera a la mujer y salió corriendo detrás de él. Dijo ver que Geldréz se subió a la moto y que fue interceptado por los Araya. Explicó que aún reducido en el suelo, Claudio hacía fuerza por retener al acusado pero que no soltaba el cuchillo, ni la cartera. “Era una fuerza casi titánica” expreso en relación a la fuerza que hacía el imputado para zafarse. La testigo dijo que para ayudar pisó con el tacón de su zapato la mano de Geldréz que tenía el cuchillo y que era tanta la fuerza que hacía que después de un rato recién logró conseguir que soltara el arma y que la pateó para alejarla. Afirmó que el acusado decía “soltame, soltame”. Dijo que vio sangre pero que penso que era del sujeto; “Claudio se levantó, se tambaleó y ahí me di cuenta que la sangre era de él”.
Finalmente y con la sala despejada de público y sin la presencia del imputado declaró la única testigo de identidad reservada quien vio como Geldréz reducido en el piso por Claudio Araya que estaba sentado sobre él, se zafó y lo apuñaló a la altura de la boca del estómago. La testigo también vio los puntazos que Geldrez arrojó a Natanael. La testigo había ido a la clínica por unos estudios médicos y fue cuando se topó con el acusado que ya le había robado la cartera a la mujer.
El juicio continúa mañana desde las 9 horas, con la declaración de dos testigos. Luego serán los alegatos.
El delito que se le imputa a Ramón Geldrez es “homicidio criminis causa en concurso real con lesiones graves criminis causa y robo simple” (arts. 80 inc. 7, 90, 164 en función del art. 55 y 92 del Código Penal).
El fiscal de Cámara es el Dr. Ricardo Maggi y la defensa del acusado estará representada por la Dra. Verónica Rodríguez. En tanto que la querella está a cargo del letrado Santiago Ramos Luna.