Radio abierta contra el maltrato y persecución en la Casa de la Cultura de Roca
Roca.- Trabajadores de Casa de la Cultura, realizaran una radio abierta hoy martes 3 de diciembre a partir de las 8, en las puertas de la institución (9 de Julio Nº 1043), reclamando el cese del maltrato y persecución por parte de las actuales autoridades de la entidad, así como la regularización de las condiciones laborales.
“La difícil situación que vivimos los trabajadores es de larga data, pero se ha ido agravando en los últimos meses. El maltrato se traduce en acusaciones y sumarios sin causa justa, falta de asignación de funciones en algunos casos y cambios repentinos de éstas en otros, retiro de herramientas de trabajo, cambio de espacios de trabajo, malos modos en el trato verbal, entre otros; siendo de público conocimiento el despido arbitrario de una de las trabajadores en abril pasado –la cual debió ser reincorporada por resolución judicial y reclamo de diversos sectores”, dijeron.
Explicaron que “en cuanto a las condiciones laborales, parte de los compañeros sufre precarización e inestabilidad laboral desde el inicio de su labor en la institución, trabajando bajo graves irregularidades por más de 10 años en algunos casos”.
La actual Comisión Directiva de la entidad –integrada por Santos Riera, Silvina Berdejo, Mariana Benítez, Mario Loza, Francisco Cammarata y Natalia Manuel- ha hecho caso omiso a los pedidos de diálogo que le hicimos llegar por diversas vías en reiteradas oportunidades para lograr la resolución conjunta de las problemáticas. Se han desligado además de la mayoría de sus responsabilidades entorno a las situaciones que permiten el funcionamiento de la institución, siendo los trabajadores quienes día a día damos resolvemos los emergentes en pos de mantener este espacio cultural de la comunidad, consignaron.
Admitieron que próximamente habrá elecciones en Casa de la Cultura, pero nuestros reclamos y futuras condiciones de trabajo siguen siendo inciertas, dijeron
Clara Aguilera, Cesar Nadin, M. Eugenia Aliani, José López y Paola Huenelaf