Tapar el sol con las manos ● Leonardo Ballester
El gobernador de la provincia, Alberto Weretilneck, afirmó hace pocas horas atrás que su gestión se destaca por la ausencia de corrupción.
Esta visión de la realidad, dista mucho de ser cierta, pretendiendo con sus declaraciones tapar el sol con las manos. Tal afirmación está basada en hechos concretos y reales demostrados durante estos dos años de gestión.
Para mencionar algunas cuestiones que demuestran la realidad que no ve Weretilneck, basta recordar el expediente del ex secretario general de la Gobernación, Julián Goinhex, para pagar los gastos de la visita presidencial a San Carlos de Bariloche. Se gastaron más de 1.000.000 de pesos en lo que duro la presencia de la señora Presidenta, adquiriendo fuegos artificiales por valores superiores a los 100.000 pesos, cuando el acto era a plena luz del día, el pago según factura, de más de 45.000 pesos a un zanquista que luego confeso solo haber recibido un escaso porcentaje de ese monto.
Otro de los aspectos olvidados por el gobernador es la desaparición de chequeras de fondos permanentes en la administración de Vialidad Provincial (cheques cuyo destino se presume fueron a parar a alguna mesa de dinero).
Los despidos al margen de la ley o encubiertos en este organismo, que al igual que los realizados en Canal 10 (que ahora también administra Goinhex), y los que se dan en otros organismos y empresas provinciales, que le cuestan al estado provincial millones de pesos en indemnizaciones que paga toda la sociedad rionegrina.
También el Gobernador ha olvidado la doble percepción de salarios que cobran hoy en día muchos de sus funcionarios – confesión hecha por el propio secretario de la Función Publica – cuya investigación no ha avanzado, cuestión claramente habla de impunidad de los funcionarios involucrados y que hoy siguen detentando sus cargos.
El no acatamiento de la Constitución Provincial al amparo de una mayoría legislativa también es corrupción. Por mencionar solo dos casos reciente, son la designación de los ministros de Agricultura, Ganadería y Pesca, Haroldo Lebed, sin cumplir la residencia en la provincia y de Seguridad y Justicia Oscar Albrieu, que cobró durante mucho tiempo doble sueldo y deberá enfrentar tal situación en los estrados judiciales.
También es corrupción, contratar empresas en forma directa sin ningún tipo de concurso o licitación pública o privada, direccionando la obra pública estatal hacia empresas amigas del gobierno, situación denunciada por este Legislador, lo cual le costó el cargo al por entonces Secretario de Obras Publicas, ingeniero Catinni.
Si la falsificación de la firma del ex gobernador Carlos Soria en un proyecto de Ley no es corrupción que lo aclare en forma inmediata.
Hoy el funcionario responsable no fue sumariado ni puesto a disposición de la Justicia sino que fue premiado con un altísimo puesto en el Tribunal de Cuentas con un altísimo salario.
Cuadriplicar la cantidad de funcionarios del estado no es rayano a la corrupción que se lo explique a los desocupados. El ex gobernador Soria había prometido gobernar con 146 funcionarios, cifra superada ampliamente.
Amparar desde el Estado a un violador de una niña, brindándole protección institucional y privilegios como un trabajo en el Gobierno, no es corrupción, que se lo explique a la familia y a la sociedad rionegrina.
Los hechos de corrupción mencionados ut supra han sido denunciados y están siendo investigados por la Justicia. Solo es cuestión de tiempo, para que funcionarios del actual gobierno empiecen a desfilar por los Tribunales.
Son algunos hechos cotidianos que se dan en muy poco tiempo de gestión y que el Gobernador pretende ocultar, con grandilocuentes declaraciones pretendiendo cautivar mediante la confusión a la sociedad rionegrina.