Por un Estado que distribuya la riqueza y enfrente a las corporaciones ● Luis Giannini
En la provincia de Río Negro no somos ajenos a la situación nacional que se viene desarrollando desde las elecciones de agosto, con los permanentes intentos destituyentes de la derecha política y económica del país, patrocinada con vehemencia por la prensa hegemónica y los grupos de poder económico y financiero concentrados: la constante presión para devaluar el peso, promover la inflación y pulverizar los salarios, la evidente promoción de la rebelión policial y los saqueos de diciembre, intentando instalar la inseguridad y la idea de crisis terminal del gobierno nacional, como si estuviéramos en el 2001, mientras millones de argentinos veranearon felices colmando todos los centros turísticos y el gobierno nacional tomó diferentes medidas para enfrentar todos estos embates.
Nuestra provincia padeció su versión local de la rebelión policial y de los intentos de saqueos, con el antecedente de los de Bariloche en 2012. A nuestro juicio se pretendió resolver debilitando claramente la concepción de una seguridad democrática y retrocediendo frente al creciente poder de la cúpula policial que además de buenos salarios, consiguió recuperar definitivamente varios casilleros en su puja de poder con las instituciones políticas. En ese contexto se dio luego un encendido reclamo de sectores estatales, sobre todo en Salud, reclamando equidad en el trato salarial con lo obtenido por la policía. Luego del reclamo vino el escarmiento, pero sólo para los estatales.
Por eso desde la CTA Río Negro repudiamos los salvajes descuentos salariales que el gobierno provincial ha practicado sobre el sustento de trabajadoras/es hospitalarios y de otras reparticiones, con el sólo objeto de producir un escarmiento ante medidas de fuerza y reclamos generados por la propia irresponsabilidad del gobierno provincial, que no ha sido capaz de conducir y generar un verdadero proyecto de salud para todas/os, con propuestas claras que lograran el acompañamiento de trabajadoras/es de salud que esperaban con expectativas y mucha voluntad de trabajo un verdadero cambio en su área, luego de dos décadas de postergaciones y mala gestión, descentralizada, privatizadora y neoliberal. El compromiso de quienes ponen el cuerpo todos los días en los centros de salud, no sólo no fue valorado, sino que ahora ha sido también despreciado, produciendo salvajes descuentos en los salarios, de manera indiscriminada, sin información veraz, claramente al boleo, convirtiendo en víctimas incluso a gente que no adhirió a las medidas o que estaban en uso de licencia.
El gobierno provincial también es responsable de haber encendido la indignación y reclamo de miles de estatales por su lamentable claudicación ante el extorsivo reclamo policial iniciado el 8 de diciembre. Reconocemos la necesidad de mejora en las condiciones salariales y laborales de los policías de abajo, pero es evidente que dicho conflicto, resuelto tan asombrosamente rápido, trajo como consecuencia un importante déficit presupuestario. Ahora parece que no son 70 millones (como dijeron el 10 de diciembre) sino 450, lo que costará esta claudicación irresponsable, cuya principal beneficiaria es una cúpula policial que ha conseguido varios miles, por encima de los que ganan los de abajo. Se acercan bastante a los privilegiados sueldos de magistrados y funcionarios que tan bien “defienden” “fiscalizan” y “controlan” sus patrimonios personales, aún cobrando honorarios privados cuando son funcionarios estatales, práctica que pensamos que tendría fin en diciembre de 2011.
Sería muy bueno saber cómo hará el gobierno para ofrecer una propuesta salarial digna para el resto de los estatales, desarrollando políticas que aporten equidad y justicia en la distribución salarial del Estado, porque de eso se trata un gobierno progresista y en línea con el proyecto nacional y popular. Sería importante encontrar, como se dio en otras provincias, gobernantes dispuestos a plantear la revisión de acuerdos que no puedan cumplirse sin perjudicar al conjunto y redefinir las responsabilidades que a cada sector le corresponde en la buena gestión del Estado.
Resulta doloroso e indignante la distinta vara que el gobierno tiene frente a los reclamos: con la policía tan condescendientes y con el resto de estatales tan duros y vehementes. También preocupa mucho la ausencia de medidas y acciones gubernamentales para enfrentar la acción especulativa y la escalada de precios que gran parte del comercio provincial ha encarado contra los derechos alimentarios de los rionegrinos, sumándose al golpe económico que patrocina la prensa hegemónica y los grupos multinacionales concentrados, aquí también hay grandes cadenas de distribución y comercialización que abusan y remarcan con ferocidad. Frente a este verdadero ataque institucional que pretende generar una crisis social, poco se conoce sobre la acción decidida de este gobierno y esperamos sinceramente que se pongan al frente de la resistencia popular ante quienes sólo apuestan a más devaluación y más inflación, para tragarse de un solo bocado nuestros amenguados salarios. En nuestra provincia todos sabemos que los que siempre se quedaron con casi toda la torta de la producción y el trabajo sólo apuestan a pagar salarios y servicios en pesos devaluados y cobrar en dólares sobrepreciados sus comodities exportados, ya sean peras, manzanas o turismo. Si no hay un gobierno que conduzca la economía para distribuir un poco mejor, seremos más pobres cada día y deberemos luchar solos (como clase trabajadora) una vez más para combatir al capital.
Reclamamos al gobierno provincial: devolución inmediata de los descuentos injustos realizados a los estatales, paritarias libres y periódicas que permitan sostener la dignidad de los salarios, revisión de acuerdos y políticas que producen altos salarios cuyo pago compromete la equidad y la sustentabilidad provincial (como el caso de la cúpula policial y distintos funcionarios de todos los poderes), políticas de control y acción en defensa del salario, del trabajo y la producción provincial, contra la especulación y los golpes inflacionarios.
Marta Vidal, Secretaria Adjunta
Luis Giannini, Secretario General. CTA Río Negro.