Entrevista a Susana Ibarrola
Viedma.- Susana Ibarrola es docente jubilada, agricultora familiar y representante de los productores en el Consejo de Administración del Instituto de Desarrollo del Valle Inferior (IDEVI).
El viernes 23 de mayo dio una charla en la Escuela Secundaria de Formación Agraria (ESFA), colegio en el cual trabajó, con motivo de los festejos por el aniversario de la radio escolar comunitaria El Refugio. También en la oportunidad accedió a una entrevista en la cual brindó un panorama de la situación actual de la agricultura familiar en la zona del Valle Inferior.
En referencia al objetivo que plantea el eslogan de este 2014 declarado “Año Internacional de la Agricultura Familiar”, Susana sostuvo que “el gran desafío de esta era es alimentar al mundo cuidando el planeta” y resaltó que la agricultura familiar “genera trabajo y significa una revolución cultural, porque en las escalas que se trabaja implica que, tanto para acceder a la tecnología como para acceder a los mercados de comercialización y que sean justos, es muy importante el asociativismo”.
Consultada sobre lo que implica la presencia de una escuela de formación agraria que forma a futuros técnicos agrónomos para el Valle Inferior y sobre cuáles deberían ser sus objetivos, Susana dijo que “uno de los problemas en el mundo es resolver los problemas de alimentación. Entonces, si uno piensa en ese objetivo, el papel de una escuela de formación agraria es de fundamental importancia. La era de mis padres fue de la industrialización, la era mía podríamos decir que fue del desarrollo tecnológico a ultranza en las comunicaciones y en la informática. Y creo que el gran desafío de esta era es alimentar al mundo cuidando el planeta”.
La presencia de productores provenientes de la agricultura familiar en la administración de IDEVI significa para Ibarrola la posibilidad de dar a conocer el funcionamiento y la identidad del sector. “Se cree que la agricultura familiar está asociada a la agricultura de subsistencia, que está destinada a personas de bajos recursos y a producción en escalas muy pequeñas y no es eso. ¿Cómo se define entonces? No está sólo vinculada a la horticultura como muchos piensan sino que es una actividad agropecuaria, los crianceros también son agricultores familiares, los ladrilleros, los productores apícolas, los productores forestales”.
Pero lo que define a la agricultura familiar, indicó Susana, es el “entramado que se arma entre el titular y su familia. Yo creo que es importante hacer hincapié en esto que es una estrategia de vida familiar y que favorece el asentamiento de la gente y de las personas en la tierra y en la zona rural, lo cual se está perdiendo y es un problema serio y grave”.
Trabajo genuino
Susana hace una distinción entre empleo y trabajo y el sentido de pertenencia que cada uno refleja en el trabajador. “La diferencia es que empleo significa depender de una estructura mayor y significa estar asalariado. Trabajo significa ser dueño de los propios medios de producción, generar asentamiento y un sentido de pertenencia diferente del que se genera al ser asalariado. Entonces, lo bueno de la agricultura familiar es que genera trabajo y significa una revolución cultural, porque en las escalas que se trabaja implica que, tanto para acceder a la tecnología como para acceder a los mercados de comercialización y que sean justos, es muy importante el asociativismo”.
La participación de los jóvenes en la construcción de una nueva forma de relacionarse laboralmente y en el uso de los medios de producción es un tema que subraya la agricultora, ya que considera que “la propiedad privada que produce empleo tuvo su auge y lo sigue teniendo en el neoliberalismo, pero me parece que los jóvenes tienen la responsabilidad de crear modos de producción nuevos y distintos a los que se vienen dando”.
Citó como ejemplo la diferencia entre tener un tambo con mil vacas o diez tambos de cien vacas cada una: “un tambo con mil vacas genera muchos empleos, pero diez tambos con cien vacas cada uno genera distribución y asentamiento rural y mucho trabajo, e integración familiar”.
Situación complicada en el Valle Inferior
La producción de alimentos del Valle Inferior abastece principalmente a la Comarca Viedma-Patagones, a localidades cercanas como San Javier, y otras más alejadas como Pedro Luro y Ascasubi, que cuentan con tierras salinas. El 80% de los productores son familiares. A pesar del protagonismo de la agricultura familiar en la zona, Susana reconoce que “falta capital financiero para el sector” y que principalmente “uno de los problemas de los agricultores en el Valle Inferior es la no tenencia de la tierra”.
“La plata en producción generalmente se pone en las grandes empresas y en lo que tenemos que trabajar y pelear es en lograr créditos a los que puedan acceder los productores”, lo cual “va a garantizar que haya un desarrollo productivo importante. Es algo que hay que defender mucho porque, no sólo en este Valle sino en toda la Argentina, el 70 por ciento de lo que se pone en la mesa de consumo de las familias está producido por la agricultura familiar. Entonces hay que pelear por lograr estas cosas, que realmente haya apoyo financiero desde el estado con políticas serias de promoción y desarrollo”.
“Uno de los problemas de los agricultores en el valle es la no tenencia de la tierra. Porque mayoritariamente los agricultores familiares no son tenedores de la tierra, con todo lo que eso implica, y sobre eso hay que trabajar. Por ejemplo en lo que tiene que ver con los contratos de alquileres: Si el agricultor no está encuadrado en un contrato de alquiler que le garantice por lo menos una permanencia de tres a cinco años, no puede armar una producción sostenida en el tiempo” explicó Ibarrola y detalló que en la actualidad existen aproximadamente cinco mil hectáreas bajo riego que no están en producción.
Feria Municipal
La Feria Municipal de Viedma se conformó con la finalidad de ofrecer alimentos a bajos precios para los vecinos de menores recursos y establecer una relación sin intermediarios, pero estos objetivos no se cumplen actualmente. Susana también advierte que “uno de los problemas es que como no hay producción de enero a enero sostenida de los productores familiares, acá entra mucha producción desde afuera. Eso hace que el productor no pueda reglamentar el precio de lo que vende, aun cuando entre el que produce y el que vende no hay ningún intermediario”.
En este sentido, la productora propone “pensar otra estructura de ferias o de comercialización para garantizarnos que les lleguen alimentos de calidad y a buen precio a todos los habitantes de Viedma”.
Susana insiste con la participación de los jóvenes y finaliza la charla radial con una recomendación: “hay que meterse, hay que entrar, pedir lugar. Por ejemplo, estaría bueno que los jóvenes escriban al Consejo de Administración de Idevi que quieren discutir estrategias de comercialización. Seguro que si lo hacen van a encontrar respuesta”.
Red de Comunicación de Agricultores Familiares del Sur
Nodo Viedma
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