Odarda envió carta documento a Acevedo y lo acusa de extorsionar
Roca (ADN).- El presidente de la CC-ARI de General Roca, Javier Acevedo, señaló que “la senadora Odarda pretende silenciarme y amedrentarme por medio de una carta documento con acusaciones infundadas que me imputa dentro de la misma y que tendrá que probar ante la Justicia”.
La senadora Odarda envió una carta documento a Acevedo donde lo acusa de «violencia verbal» y de tener una actitud extorsiva que desarrolla desde hace seis meses. La funcionaria critica el contenido de sus declaraciones de Acevedo, referidas a los asesores que nombré en el Senado, especialmente cuando le dijo a los medios que la senadora “… comience a dar la cara”… sobre definiciones y decisiones políticas”.
Acevedo indicó que “está muy equivocada la senadora Odarda si pretende manchar mi buen nombre y honor, expresando que desarrollo sobre ella una actitud extorsiva para beneficiarme laboral y patrimonialmente. Le expreso a Odarda que no necesito que me dé trabajo, ni necesito de sus dineros, gracias a Dios. Sería mejor que, en vez de inventar, difamar y acusar, le aclare a la ciudadanía, sobre la cantidad de asesores que tiene designados en el Senado y si algunos de ellos hacen o no, utilización con fines políticos partidarios de los fondos públicos que perciben y que deben ser solamente para tareas netamente legislativas”.
“Pero ya que la senadora trata de desviarse de lo medular del tema, con acusaciones infundadas sobre mi persona y mi accionar, es que le solicito que tenga una actitud de grandeza republicana, renuncie a sus fueros y vayamos a la Justicia, si tiene algo que probar en mi contra. Yo si le aseguro que me someteré y la llevaré a usted a la Justicia para dirimir sobre quien dice la verdad y quién miente”.
“Senadora Odarda, soy un simple ciudadano que no se atemoriza ni paraliza por una carta documento carente de veracidad y que no solo daña a mi persona, sino también a mi familia, por el contenido acusatorio de la misma, en la cual usted y su apoderado judicial me imputan un delito. Me produce el efecto contrario, me da mucha fuerza y convicción para llevarla a los estrados judiciales, cada uno con su verdad, para que luego toda la ciudadanía y, de acuerdo a un fallo, diga quién es quien”. (ADN)