Justicia analizó puja de una pareja, que incluye presunto envenenamiento de perros
Viedma (ADN).- Jueces de la Cámara de Apelaciones Civil y Comercial de Viedma examinaron la demanda que efectuó una mujer contra su pareja por presuntas amenazas ante la aparición de perros envenenados. En medio del conflicto quedó una hija de ambos, mientras el Tribunal estimó necesario una instancia conciliatoria entre las partes.
Por sentencia del Juzgado de Familia Nº 7, del 17 de diciembre del 2013, se dispuso hacer lugar a la medida instaurada por Claudia T. ordenando a Bruno S. B. a que proceda al retiro de los perros de su propiedad y de sus efectos personales del domicilio de la solicitante, bajo apercibimiento de desobediencia judicial.
Después, se presentó el demandado, por derecho propio y con patrocinio letrado interpuso recurso de apelación y de nulidad, que fue concedido en relación y con efecto suspensivo.
Según consta en el expediente, la mujer puso en conocimiento del Tribunal que el 23 de febrero pasado aparecieron perros muertos por envenenamiento, habiéndole el demandado imputado el hecho y “provocando insultos y trato violento hacia su persona”, lo que dio origen a una denuncia penal de su parte por amenazas, para lo cual acompañó certificación policial.
En relación a una de las medidas, los jueces viedmenses consideraron que resulta evidente que a partir de lo comunicado por la mujer en cuanto a la muerte de los perros sustentado en la certificación policial que dio cuenta de la denuncia que efectuara a partir de las amenazas que -dice- le fueran profesadas por el demandado como consecuencia de dicho hecho, lo que “no ha sido controvertido por S. B. a mérito del silencio exteriorizado ante el traslado conferido, no cabe sino determinar que el planteo recursivo a su respecto se ha tornado abstracto atento que los animales que motivaran la orden de retiro han fenecido”.
En el expediente también se apuntó “un alto grado de conflictividad familiar entre las partes”, que incluyen diversas causas que tramitan por ante los dos Juzgados de Familia de Viedma.
Además, se reiteró “este estado de la conflictiva relación existente entre las partes” y “la necesidad de una instancia conciliadora que permita resolver las diferencias y acercar las posiciones con la ayuda de profesionales u organismos especializados a los fines de evitar sucesivos motivos de desacuerdos”.
“De lo que aquí se trata es de prevenir, sortear, eludir, cualquier acto que haga escalar la litigiosidad entre las partes y que otorgue posibilidades de que existan situaciones de violencia que los involucren, y en el que pueda quedar atrapada -en el medio del conflicto de sus progenitores- la pequeña hija de la pareja, debiendo, priorizarse y resguardarse el interés de la niña”. (ADN)