Pichetto quiere sacar a Boudou del Senado pero el núcleo duro del bloque resiste
Capital Federal.- Miguel Pichetto comenzó a sentir la presión del Gobierno y de su propio bloque por su avanzada para forzar a una licencia de Amado Boudou, con la idea de no tener que defenderlo en las sesiones por su procesamiento en el Caso Ciccone y eliminar el tema de la campaña presidencial de Daniel Scioli.
Este objetivo chocó con un núcleo duro del bloque liderado los entrerrianos Singrid Kunath y Pedro Guastavino, cercanos al gobernador Sergio Urribarri; a los que se suman el puntano Daniel Pérsico y la tucumana Beatriz Rojkés de Alperovich, entre otros.
Son quienes pujan con gran parte del resto de la bancada, que no ve con malos ojos olvidar el tema Boudou cada vez que empiece una sesión, como ya deslizó Aníbal Fernández.
Rojkés de Alperovich fue hoy la primera en salir a marcar la cancha: “Es un disparate que algunos legisladores opositores reclamen que Boudou tenga que pedir licencia”, retrucó.
Siguió la línea de Oscar Parrilli, secretario general de la presidencia y habitual mensajero de la Casa Rosada en el Congreso, quien no sólo desestimó una licencia del vice sino que cuestionó su procesamiento. “Creo en su inocencia”, se animó a decir.
Parrilli no había tenido problemas para bajar línea en Diputados, donde el bloque oficialista lo escuchó en sus últimas reuniones y su jefa, Juliana Di Tulio, defendió al vice ante cada par que se acercó a su despacho.
En el Senado la historia fue otra. Tanto, que la última en pedir la licencia de Boudou fue la santafesina Roxana Latorre, una de las aliadas que le permite a Pichetto garantizar el quórum hace tres años. Su excusa fue que con el vice podrían peligrar las reuniones de labor parlamentaria, donde todos los jefes de bloque acuerdan los temas a tratar.
En la oposición no dejaron de asombrarse. “Es un disparate. Nunca pusimos en riesgo esas reuniones y el oficialismo tiene mayoría para imponer los temas en la sesión. De hecho, en el informe que iba a dar Capitanich este miércoles ni siquiera estaba previsto labor”, le dijo uno de los jefes de bancada a LPO.
Latorre no hizo más que cristalizar la jugada de Pichetto, quien ya la usó hace dos años para archivar el pliego de Daniel Reposo como Procurador General por presión de Boudou.
La santafesina y el rionegrino coinciden en algo más: ambos trabajan para Scioli, todavía un candidato del oficialismo, con la incómoda carga de justificar a Boudou durante la campaña.
Siempre temeroso de contradecir al Gobierno, Pichetto sueña con ser compañero de fórmula del gobernador bonaerense y por lo bajo logró arrastrar a otros senadores, como la sanjuanina Marina Riofrío. Latorre llegó a Scioli vía Eduardo Camaño y no tardó en tomar la delantera.
El vice afuera
En la última sesión Pichetto logró que Boudou se fuera y la presidiera el santiagueño Gerardo Zamora. Su excusa fue que peligraba el quórum y sería imposible aprobar el proyecto para proteger los fondos de Bancos Centrales extranjeros que arribaran al país.
Extraño, porque Pichetto nunca tuvo problemas para garantizar las sesiones con propios y aliados. Además, ese día Gerardo Morales había aclarado que la UCR le recriminaría a Boudou su vínculo con la quiebra de la ex Ciccone pero sentaría a sus senadores en las bancas.
Al rionegrino le venía pesando tener que defender al vice. Cuando tuvo que hacerlo en la sesión posterior a su procesamiento se limitó a recordar que su causa no correspondía a temas vinculados al Senado, pero no se animó a hablar de su inocencia como hizo Parrilli.
“A Pichetto se lo ve muy golpeado. Trabaja desde el año pasado para ser vice de Scioli y eso lo dejó mal parado con el Gobierno. Y encima el gobernador de Río Negro (Alberto Weretilneck) comenzó a coquetear con Massa”, explica un senador que lo frecuenta.
El miércoles dará el informe Capitanich pero Boudou tampoco estará presente porque ocupará la presidencia por el viaje de Cristina a Colombia. Sí debería estarlo en la siguiente, al menos que el bloque del Gobierno lo impida.
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