Mango, decime qué se siente ● Orlando Solaro
El 08/03/12 publiqué un artículo titulado “Si hacen paro, los mando a trabajar más”. En esa oportunidad mientras la Un.TER llevaba a cabo un paro resuelto por la CTERA, el Ministro de Educación y DDHH firmó, provocativamente, la resolución 490/12. La misma fijó una carga horaria para el maestro de grado de jornada simple que nunca se reconoció en los haberes.
Desde entonces a la fecha, el Señor Ministro ha evolucionado la manera de desarrollar su política educativa en esta provincia y de “atender” los reclamos de los trabajadores de la educación. Esta evolución está documentada en múltiples resoluciones inconsultas que cercenan derechos de los trabajadores de la educación, sumarios, amenazas de sumarios, cierre de cargos, quita de jornadas institucionales y de jornadas de capacitación. Ahora, le sumó el descuento salvaje e indiscriminado en los haberes de los docentes por hacer uso del derecho constitucional a huelga que tantos años como trabajador pregonó.
Los trabajadores de la educación tenemos memoria. Estas mismas prácticas las sufrimos con el neoliberalismo y con los que definían y aplicaban las políticas educativas sin ser docentes. Pero, en esta oportunidad la situación es mucho más grave aún: el que define y aplica es un docente, un maestro, “el ministro maestro” cómo a él le agrada que lo llamen. Además no es cualquier maestro, fue nuestro paritario representante de la CTERA, fue nuestro Secretario General de la Un.TER.
Muchos, incluido el ministro maestro, nos formamos bajo el calor protector y solidario de la cocina de la Un.TER, pero él, con varios de sus seguidores decidieron pasar al living del poder mientras nosotros quedamos en la cocina y hoy “estamos al horno”, como dice el dicho.
Me pregunto: Si te formaste y luchaste desde un espacio de respeto por los derechos de todos los ciudadanos y particularmente de los trabajadores, ¿cómo se explica un cambio tan drástico? ¿Qué lógica te lleva a decidir que los demás deban arreglársela con lo que a vos se te ocurre? ¿Qué se sentirá dar la orden de descontar los haberes de tus ex compañeros por haber luchado como lo hacían hasta hace un rato con vos? ¿Qué se sentirá imaginar la bronca del otro? ¿Qué se sentirá sentarse a la mesa sabiendo que a muchas familias de trabajadores les faltará lo que vos les sacaste? ¿Qué se sentirá saber que a los alumnos, hijos de los docentes, les quitaste derechos? ¿Qué se sentirá creer que la dignidad del trabajador podes descontarla?
Señor Ministro de Educación y DDHH, con el respeto que merece su investidura, le quiero preguntar como lo haría “la popular”, desde la tribuna: Mango…, decime qué se siente.
Orlando Martín Solaro
Vocal Gremial CPE