EL abandono de las rutas nacionales ● Jorge Ocampos
No es un problema nuevo; tiene su antigüedad. Y ese tiempo que pasa y sigue, le da mayor dimensión a la situación de las rutas nacionales que cruzan la región, como la 151 y la 22.
El gobierno central, ha puesto en marcha un proyecto de remodelación y ampliación de la calzada de la ruta 22, en su paso por el Alto Valle.
Era necesario. Pero es mas importante, que los trabajos iniciados, se terminen. Como están inconclusos, el actual estado es peor, que el que tenía esa vis antes de iniciarse las supuestas mejoras.
Hoy la 22 no solamente es una rémora para el desenvolvimiento del tránsito de automotores de todo tipo y para la economía regional; es un escenario para accidentes y tragedias.
Es tan elevada la cantidad de accidentes que a diario se registran en distintos tramos, que ya provoca temores, miedos, encarar la osada aventura de transitar por el segmento entre Cipolletti y Chichinales.
En la 151, desde Catriel al sur (hasta Cipolletti) se vive una situación parecida en cuanto a riesgo y estado de calzadas y banquinas.
En las dos rutas, se producen grandes daños materiales y pérdidas de vidas humanas .
Semejante cuadro, verificable con solo transitar las citadas vías o informarse a través de los medios, debería provocar inmediatas reacciones en Vialidad Nacional y el ministerio de Infraestructura nacional.
No la hay, no se observa preocupación. En las rutas hay obras inconclusas, falta de señalizaciones, ignorancia ante las preocupaciones de intendentes, insensiblidad, ante tantas pérdidas.
Hasta se puede comprender, que la elevada inflación que se apoderó de la economía argentina se come los presupuestos de obras y que los cronogramas de las mismas deban sufrir demoras o alteraciones. Pero lo que no se puede aceptar, es el abandono que se ha hecho del estado de estas estratégicas vías de comunicación. Eso nada tiene que ver con lo económico ni con la inflación, los mayores costos o las actitudes empresarias.
Esta situación demuestra una absoluta falta de respeto hacia las comunidades regionales. Pero también vale el reclamo firme a las autoridades provinciales, sobre todo a los gobernadores, quienes deben hacer firmes reclamos por mejores caminos para fomentar las economías pero, por sobre todo, para brindar seguridad a las miles y miles de personas que, por motivos distintos, deben transitar por ellos.
Jorge Ocampos
Legislador provincial