Pichetto se prepara: acuerdo con buitres en enero hace base en Senado

Capital Federal.- Miguel Pichetto fue durante el fin de semana el primer kirchnerista del Congreso en salir a alentar un acuerdo con los holdouts después de diciembre, cuando la cláusula RUFO pierda vigencia y esa acción no implique el riesgo de violar las condiciones que se fijaron con el resto de los bonistas reestructurados.

A pesar de que en el Gobierno y en general en todo el oficialismo existan decenas de declaraciones diarias sobre la crisis con los fondos buitre, son pocos los ministros, diputados o senadores que han definido públicamente su opción por llegar a un acuerdo en enero que intente sacar al país del default.

Esa abundancia de palabras encapsulada en una falta concreta de definiciones en el kirchnerismo quizás se deba a que los soldados de la Presidente no están muy seguros del camino que tomará el Gobierno en enero y temen, entonces, quedar descolocados.

En lo concreto, el Gobierno siempre insistió en que quiere un arreglo con todos los acreedores. Y en paralelo, tanto en el país como en Washington se les ofreció el canje como opción de arreglo a los buitres. En términos de esta pelea eso no significa que el Gobierno esté dispuesto a un acuerdo, aunque en el último mes se hayan multiplicado las voces dentro del oficialismo y fuera que piden mesura y una negociación que le evite a la Argentina costos más importantes que los que ya viene trayendo el horizonte, más allá de las investigaciones cada vez más complicadas que llevan a cabo los abogados de NML y Aurelius para buscar fondos del país dentro de cuentas que, acusan, pertenecen a empresarios testaferros, como el caso de la causa contra Lázaro Báez en el juzgado de Nevada.

De ahí la novedad que en el Congreso el oficialismo comience a hablar de las bondades de un acuerdo en enero que respete la oferta original que hizo el Gobierno: «Al llegar al año que viene, en mi opinión personal, se abre la posibilidad de una reapertura del canje, de un ordenamiento no solamente con los holdouts que están haciendo juicio, sino con el conjunto de los acreedores. Hay que analizar también que se han tomado decisiones correctas en el sentido de no viralizar la deuda con los que habían ingresado en el canje», dijo Pichetto el fin de semana.

El jefe del bloque kirchnerista del Senado ve un período de tormenta hasta fin de año que luego, piensa, dará paso a la calma y a una negociación con los holdouts: «Vamos a tener hasta fin de año un nivel de puja y de conflictividad. En esto está trabajando la Presidenta, en darle coherencia a la política económica, acentuar controles especialmente en el mercado paralelo del ‘blue'», dijo Pichetto en un reportaje a la agencia de noticias NA.

La definición de ese tema no es menor para los kirchneristas del Senado. El propio Pichetto sabe que la ley de modificación del domicilio de pago a bonistas que ingresaron en el canje, lo que el kirchnerismo llama «Ley de Pago Soberano de la Deuda», deberá ser modificada si el Gobierno acepta negociar después de enero.

En primer lugar, como ya pidió el juez Thomas Griesa, se deberá dar marcha atrás con los depósitos en el Fondo Fiduciario y dejar como única opción el Bank of New York Mellon que, de todas formas, aún sigue siendo domicilio legal de pago a bonistas. Y luego, de acuerdo con las condiciones de la negociación, deberá existir una modificación también en la ley que reabrió el canje en 2013.

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