Dicen que comercio de Viedma se debate en una crisis que afecta a la economía en su conjunto
Viedma.- La Cámara de Comercio, Turismo, Industria y Producción de Viedma reiteró su inquietud por la crisis que esta afectando al sector en la ciudad de Viedma, ya que “detrás de esa actividad hay familias intranquilas por su futuro, ante el fantasma del despido –que nadie desea-, acompañado del posible cierre de locales”.
El comercio local, una de las actividades que tradicionalmente, e incuestionablemente, ha sido impulsora de la economía en nuestro medio, se encuentra en crisis. Una situación que se agudiza constantemente, lo que no requiere de mayor comprobación que la de una recorrida por los establecimientos comerciales, donde, si bien con diferencias según los rubros, la presencia de los clientes viene mermando considerablemente.
La lógica preocupación de nuestros asociados y del sector en general, motiva que la Cámara de Comercio, Turismo, Industria y Producción de Viedma reitere su inquietud en el tema, ya que detrás de esa actividad hay familias intranquilas por su futuro, ante el fantasma del despido –que nadie desea-, acompañado del posible cierre de locales.
Es verdad que ese sombrío panorama no hace más que reflejar lo que ocurre a nivel nacional, ya que desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) denuncian que junio registró la cuarta caída consecutiva de las ventas minoristas, afectadas por la menor actividad económica, pero en Viedma se suman otros ingredientes. Como oportunamente lo señalamos, este problema se viene apreciando claramente desde fines del año pasado y marca, hasta la fecha, pérdidas en las ventas que en algunos rubros llegaron y hasta superaron el 50%.
Siendo la nuestra una ciudad eminentemente administrativa, entre otros componentes aparece la retracción en las compras por parte del empleado público, especialmente de los que, por su condición de contratados, aún no tienen certeza de cual será su futuro laboral. Por ello, insistimos ante las autoridades provinciales para que esa situación se defina a la mayor brevedad.
Y al mismo tiempo planteamos la necesidad, para beneficio mutuo, de que el Estado apoye con decisión el crecimiento de otras actividades de desarrollo que generen nuevas fuentes de trabajo, hacia las que fluyan inclusive muchos de esos trabajadores estatales que hoy no tienen asegurados sus puestos.
En ese sentido entendemos que, así como invertir en prevención de la salud constituye a mediano y largo plazo una decisión positiva, una medida similar en áreas de producción tendrá el mismo resultado. Y en esa idea vuelve a aparecer el IDEVI, el eterno proyecto del que esperanzadoramente hablamos los viedmenses desde hace años, y que nunca termina de convertirse en realidad.
Posiblemente, instalar un canal de diálogo fluido entre el gobierno y las entidades más representativas, para hablar de estas cuestiones, origine inquietudes que luego, en un trabajo en conjunto, deriven en soluciones concretas. Mientras tanto, actividades centrales, como la del Comercio, siguen debatiéndose en las dudas de un mañana incierto.
CCV