Comenzar a soñar
(ADN). – El gimnasio municipal de Viedma “Fioravanti Rugeri” lucía distinto. No había ningún torneo deportivo, ni velada de box y mucho menos un acto político. En un marcado silencio hospitalario el clima de expectativa denotaba esperanza en uniformes blancos, verdes y celestes, mientras se abrían cajas conservadas varios grados bajo cero, con las vacunas Sputnik, como cofres mágicos portadores […]
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